Hablar de Stephen King y las adaptaciones de su obra a la pantalla suele ser un volado. Si bien existen ejemplos sobresalientes como Eso, Milagros Inesperados, Sueños de Fuga o El Resplandor —que fue controversial, pues King originalmente odió lo que Kubrick hizo con su novela—, también es justo decir que son más los fiascos y las decepciones.
La obra del autor originario de Maine, en Estados Unidos, no es fácil de trasladar a otros medios pues en su mayoría exige valores de producción para construir mundos y realidades en ocasiones ajenas a las del mundo real. Sin embargo es de llamar la atención que, basándose en una novela originalmente publicada en Octubre de 1978, con The Stand estemos quizá frente a una de sus historias más actuales, no obstante el carácter fantástico de la misma.
Situada en un mundo post apocalíptico, originalmente situada en 1990, en el cual una gran parte de la humanidad ha sido erradicada de la tierra por un virus letal, The Stand es la historia de un grupo de forajidos que deben unir fuerzas para hacer frente a una lucha entre el bien y el mal que rebasa cualquier concepción sobre la realidad previa a la plaga que los lleva a ese momento.
Las similitudes con el mundo actual, en medio de una crisis de salud global a causa de un virus letal, así como la cercanía en cuanto al retrato de un Estados Unidos dividido a causa de la injusticia social son mera coincidencia, sin embargo le dan nuevas dimensiones a una historia que forzará a las audiencias a preguntarse el papel que están jugando en esta nueva realidad.
Al respecto platicamos con el productor Taylor Elmore y el guionista Benjamin Cavell, ambos veteranos de la televisión estadunidense, sobre la inesperada cercanía de esta ficción del pasado con la realidad del presente, misma que se puede semanalmente en la plataforma StarzPlay.
—Mientras preparaban la serie, ¿ustedes o Stephen King esperaban que ocurriera lo que estamos viviendo? ¿Les reveló por qué se le ocurrió esa historia?
—Benjamin Cavell: Creo que él, como todos nosotros, está igual de sorprendido y horrorizado por cuánto acertó. Porque nadie vio venir algo como esto. Y es importante que la gente lo sepa. Definitivamente es una serie que no está inspirada en hechos reales. Nosotros solamente adaptamos la novela, que es una obra maestra de hace 42 años, que resulta muy similar a lo que está pasando en el mundo actualmente. Aunque la realidad es que The Stand nunca ha sido una obra cuyo centro sea la pandemia, porque a pesar de que sí hay una pandemia dentro de la historia, la serie y el libro se tratan de lo que ocurre después de la misma. El centro de la novela es la lucha entre las fuerzas del bien y del mal, que eventualmente deben enfrentarse. Por eso es que la narrativa de la serie no se desarrolla de forma cronológica, ya que nosotros empezamos contándola una vez que la plaga decimó a la humanidad, para eventualmente llegar a entender cómo es que esto sucedió. Pero tanto nos interesa, como en el libro, contar qué es lo que ocurre después.
—Dramáticamente cualquiera pensaría que la decisión lógica es construir la historia para llegar el punto de la plaga. ¿Por qué ustedes decidieron contarla de una forma diferente?
—BC: Bueno, espero que aun así la gente sienta que existe construcción y recompensa dramática. Porque, aunque nos encantan películas como Contagio, de Steven Soderbergh o Epidemia, de Wolfgang Petersen, no es para nada el tipo de historia que estamos contando. No nos interesa dedicarle tres episodios a ver cómo el mundo está muriéndose. Primero, porque no es el objetivo de esta historia, que como ya mencioné se trata de lo que pasa después. La serie en realidad se trata de cómo harán los personajes para reconstruir su entorno. Sí es importante contar el episodio de la plaga, porque es lo que detona la historia y en ocasiones debemos ir un poco más atrás para entender cómo se llegó a lo que planteamos, pero lo principal es ir desde ahí hacia adelante.
Taylor Elmore: “Y tampoco es que la serie esté contada completamente en desorden. La narrativa se vuelve más linear del episodio cuatro en adelante. Como dice Ben, no queríamos hacer algo como Contagio porque sinceramente no podríamos ni siquiera hacerlo mejor. Contar una pandemia como lo contó esa película es casi inigualable, con todo y que se hizo antes de esta pandemia que ahora nos azota. Incluso volví a verla cuando todo esto empezó y debo decir que fue un gran error para mis nervios. Pero, volviendo al tema de la serie, hacerla de forma no linear era una manera de mostrarle a la audiencia que existe otro lado de la historia cuando hablamos de una pandemia. Hay gente que la sobrevive y nuevas historias surgen de ahí”.
—Ahora que hablan de Soderbergh como director de Contagio, me gustaría hablar de los directores de la serie. Hay gente como Josh Boone, que no solo es joven sino también hace cosas para jóvenes. Esta historia ya fue un libro y una serie en el pasado. ¿Qué dirían que él y los demás directores aportaron para refrescarla?
—BC: Creo que los directores que están aquí son gente brillante. Cada uno aportó cosas distintas. Como Vincenzo Natali, que hizo El Cubo y aquí dirigió los episodios 7 y 8, puso mucho de su estilo. Puedo mencionarlos a todos y todas, lo cual te haría pensar que son muy distintos, pero cada quién dejó algo. Estaban muy involucrados en hacer las cosas bien, ser fieles a Stephen King y la novela. Así que no son trabajos individuales sino uno en conjunto. Por eso la serie se siente como una película de nueve horas.
TE: “Creo que es importante señalar también que muchos vienen de hacer cine independiente y que lograron que la serie se sienta así. Entonces, aunque es una historia de gran escala, se consiguió que tenga esa textura mucho más cercana a algo más íntimo y artesanal. Porque en realidad queríamos enfocarnos en los personajes y su lado interno”.
BC: “Esa sensibilidad de cineastas independientes le aporta el aspecto intimista pero también la diferencia de otras cosas porque en realidad no es una historia que necesariamente se concibió de esa forma. Entonces, para cuando la gente llegue más adelante en los episodios, les aseguro que se darán cuenta de cómo la escala va creciendo. Me atrevo a decir que se ven y se sienten como nada que hayan visto antes en la televisión. El aspecto íntimo de los personajes sigue ahí pero la historia abarca muchas cosas de manera espectacular. Estamos muy orgullosos y emocionados de que el público lo vea”.