Lo que comenzó como un pasatiempo influyó para que Andrea Ramírez saliera del anonimato para convertirse en la mejor maratonista de México, luego de conseguir la clasificación a sus primeros Juegos Olímpicos con la tercera mejor marca del país: 2:26.34 hace un mes en Arizona.
“Yo busco la gloria, no el dinero”, dice la capitalina de 28 años, quien afirma que su evolución se debe a la disciplina y entrega. “Corro con paz, conectada con mi ser y corazón”.
Pese a la incertidumbre que prevalece por la realización de la justa japonesa debido a la pandemia del Covid-19, la fondista sólo tiene en su cabeza que “el 7 de agosto en Sapporo estaré en la línea de salida y lista para lo que venga con mi mejor esfuerzo, darlo todo y luchar hasta el final”.
Sus inicios se dieron en el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe antes de que concluyera la licenciatura en negocios internacionales. No sabía nada de atletismo y lo único que hacía en sus ratos libres era “dar vueltas y vueltas en la pista”. Un entrenador la invitó al equipo y le dijo que estaría en unos Juegos Olímpicos, “sólo tienes que creer en ti”, recuerda la representante del estado de México.
Compitió en el Conadeip, la Universiada Nacional, Relevos Mount Sac, carreras de pista y ruta; “no era muy buena”, admite Andrea, quien veía a corredoras de renombre y mayor experiencia y pensaba: “algún día seré como ellas”.
Decidió buscar un entrenador de alto nivel y entabló pláticas con Jonathan Morales, quien en principio se negó porque no trabaja-ba con mujeres. Fue tal la insistencia de Andrea que lo convenció y los resultados comenzaron a darse.
Su primer maratón lo ganó con tres horas en Tailandia 2018, después corrió el de Houston (2:32.40) a principios de 2020 sin dar la marca olímpica (2:29.30), cuando todavía no se anunciaba el aplazamiento de la justa veraniega ni la cancelación de competencias por la crisis sanitaria mundial.
Confiesa que la pandemia le benefició con el aplazamiento de la justa, que se trasladó para este año, ya que antes fue convocada para integrar el equipo femenil que finalizó en la quinta posición del Mundial de Medio Maratón en Polonia y sabía que estaba cerca de la meta que se fijó con su entrenador para estar en Tokio. El día llegó en el maratón Project Chandler de Arizona el pasado 20 de diciembre. Andrea cronometró 2:26.34 y finalizó sexta. “Mi marca no fue por casualidad ni por azar del destino, tampoco soy un chispazo. Quienes me conocen saben de mi progreso. Yo nunca tenía los reflectores, nadie me veía a mí. El no tener esa presión como Úrsula (Sánchez), Brenda (Flores), Risper (Biyaki), en dar la marca o estar pensando en el maratón siguiente, me ayudó bastante.
“Todo es nuevo para mí, estoy muy contenta. No pensé que fuera a llegar tan rápido. Mi entrenador, equipo de trabajo y yo estamos muy satisfechos y somos afortunados”, reconoce la maratonista que radica en Toluca con su esposo.