La recaudación entre grandes contribuyentes por actos de fiscalización creció 135 por ciento el año pasado, aunque el número de sujetos a los que se aplicó lo hizo apenas 4.7 por ciento, reportó el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Los más de 92 mil millones de pesos que entraron al fisco por este concepto son 2.5 veces más de lo que se solía recaudar en años previos.
El organismo detalló que mientras en 2019 ejerció sus facultades de comprobación en 844 grandes contribuyentes y recaudó 39 mil 281 millones de pesos; en 2020 ingresó en efectivo 92 mil 252 millones de pesos tras verificar los saldos de 884 empresas. Es decir, mientras hace dos años obtuvo un promedio de 47 millones de pesos por cada sujeto revisado, el pasado percibió 104 millones por la misma medida.
La mayor parte de esta recaudación provino de los acuerdos a los que llegaron autoridad y consorcios para que éstos pagaran, pero también se recaudaron 3 mil 579 millones de pesos luego de que la Procuraduría Fiscal de la Federación interpuso querellas contra dos de ellos por defraudación fiscal.
El organismo también dio a conocer que el año pasado las devoluciones cayeron uno por ciento real respecto de 2019 y se debe, sobre todo, a que se rembolsó menos a los grandes contribuyentes, que suelen recibir siete de cada 10 pesos que regresa el SAT.
En 2020, se entregaron 620 mil 482 millones de pesos en devoluciones tributarias. A los grandes contribuyentes fueron 434 mil 298 millones de pesos, 3.7 por ciento menos que en 2019 y para el resto de quienes pagan impuestos, éstas aumentaron 6 por ciento para un total de 186 mil 184 millones de pesos rembolsados.
Guillermo Mendieta González, integrante de la comisión técnica de auditoría fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que esta baja en las devoluciones puede deberse a que con la pandemia algunos trámites se han postergado, las citas con el organismo son escasas, pero también a la caída en la actividad económica.
“Al no haber gasto ni tampoco ingreso por la situación económica, no hay saldos a favor qué solicitar”, explicó. También se puede deber a que hubo más requerimientos o más solicitudes de las autoridades para comprobar que el saldo a favor es positivo.
Entre las devoluciones a grandes contribuyentes se incluyen las de hidrocarburos y no sólo la falta de movilidad en el país contribuye a la baja, explicó. No sólo es coche y gasolina, sino otros derivados que se usan en algunos sectores de la industria, como las metalúrgicas, que requieren diésel. “Tiene que ver con la producción, todo va concatenado”.
Sostuvo que aún podría verse un rebote en las devoluciones una vez que se diriman las dificultades que la pandemia impuso para que contribuyentes puedan reunirse de manera presencial con la autoridad, ya que el Código Fiscal da hasta cinco años de plazo para pedir los saldos a favor declarados.
Mendieta consideró que sería adecuado que las devoluciones se aceleren, porque son un motor para la actividad económica y “un poco de aire” para la empresas.