Ciudad de México. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reconoció el liderazgo de México y Argentina para asegurar el acceso y distribución a una vacuna contra el Covid-19. “No solamente para allegarse las vacunas ellos mismos, sino ayudar a toda la región en la producción de 150 millones de dosis para todos los países de la región”.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo, destacó la importancia del acuerdo entre AztraZeneca y la Fundación Slim para la producción del biológico.
Durante la cuarta reunión de la mesa directiva de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social subrayó que “no basta tener la vacuna, lo que viene es un desafío enorme, hacer llegar la vacuna a la gente”, que llegue a todos los países y no se quede sólo en los desarrollados que ya la han acaparado.
Reino Unido cuenta con más de cinco dosis por habitante de las dos que se requieren, Chile con cerca de cinco; Estados Unidos y la Unión Europea con casi cuatro y Japón por arriba de dos. Mientras México y Argentina hasta ahora tienen contratos para una por habitante y el resto de los países de América Latina se cuentan por debajo.
Por otro lado, informó que los 86 mil millones de dólares que América Latina gastó el año pasado en acciones de emergencia lograron reducir a la mitad el crecimiento de la pobreza y a una cuarta parte el de la pobreza extrema.
Aun así, la recesión económica llevó a 22 millones de personas a la pobreza y a 8 millones a la pobreza extrema. Como resultado, hay 209 millones de personas con al menos una carencia básica –prácticamente uno de cada tres habitantes en América Latina–, y 78 millones que no pueden adquirir una canasta mínima de alimentos, aunque destinen todo su ingreso a ello.
Bárcena expuso que 2020 estuvo “marcado por una crisis de proporciones históricas”; pero, si bien la caída de 7.7 por ciento en el producto interno bruto del año pasado implica un revés de 10 años en crecimiento económico, en los indicadores de pobreza el retroceso es de dos décadas.
“La pandemia nos encontró en muy mal pie”, crecimiento bajo y una región definida por la desigualdad se sumaron a una crisis que magnificó las brechas estructurales y los vacíos de acceso a bienes públicos como salud, educación y protección social, lamentó.
Entre los pendientes se encuentra el trabajo, dado que la Cepal estima una pérdida de 2.7 millones de empresas en la región y con ello 8 millones de empleos formales menos.
En la misma reunión, Luis Felipe López-Calva, director regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), subrayó que, al ser la región la más afectada por la pandemia tanto en términos económicos como sanitarios, verá también consecuencias sociales.
Subrayó que en 2021 se debe acelerar el acceso y distribución de vacunas; es además necesario un manejo fiscal prudente y creíble, pero ambicioso en términos sociales; procurar acceso al financiamiento y reactivar los sistemas educativos, protección en salud y mayor digitalización.
Todo esto “no para regresar a lo anterior, sino construir algo mejor, más productivo, más inclusivo, más resiliente”, agregó.
El secretario de Bienestar en México, Javier May, sostuvo que se requiere una “nueva generación de políticas sociales” para promover la inclusión de los grupos más vulnerables y rescatar a los que fueron rezagados por la focalización. Propuso impulsar sistemas de protección social e ingresos mínimos.