El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, informó que continúa el diferendo jurídico con Seguros Banorte, instancia que “está escamoteándole al pueblo de México 2 mil millones de pesos” por seguros de los bienes inmuebles históricos dañados en los sismos de 2017.
A estas alturas, explicó en rueda de prensa, “ya no se trata de una negociación, sino de una demanda de carácter administrativo y fiscal”, pues la aseguradora interpretó a su conveniencia una de las cláusulas del contrato, la cual señalaba que se renovaría automáticamente el seguro al suceder algún evento que causara afectación.
La suma asegurada era por 3 mil 500 millones de pesos por suceso y la compañía sólo reconoció el sismo del 7 de septiembre de 2017 y no el del 19.
“De manera dolosa, la aseguradora se esperó a principios de 2019, cuando ya había vencido el seguro, para decirnos que ellos no iban a reconocer los dos eventos, porque no reconocen la cláusula de renovación automática en la que probablemente no se habían dado cuenta que había que hacer las recoberturas necesarias. Pero ese es un problema de ellos, no del instituto”, dijo.
Debido a lo anterior, continuó, la aseguradora dejó de atender conciliaciones por más de mil 600 millones de pesos, cifra a la que hay que agregar impuestos que también se niegan a pagar.
“Esperamos que la Secretaría de Hacienda y el Servicio de Administración Tributaria pronto fallen a nuestro favor y obliguen a esa compañía a cubrir los 400 millones de pesos de impuestos que adeudan. En cuanto a la resolución jurídica, puede tardar, puede que se vaya a instancias internacionales, porque la compañía es de origen británico.
“De 2 mil millones en juego, gran parte está cubierto por el Fondo para la Atención de Emergencia (ahora Sistema de Atención a Emergencias), pero se generó un hueco de 800 millones de pesos”, recalcó.
Por lo pronto, más de 50 por ciento de los inmuebles dañados por los sismos de 2017 ya están restaurados; “este año habremos atendido o estarán en proceso de restauración 100 por ciento, para que en 2022 tengamos concluidos los trabajos en la inmensa mayoría”, detalló.
Diego Prieto aseguró que durante 2020 el INAH ejerció un presupuesto de más de 4 mil 500 millones de pesos, por lo que se cerró el año “cumpliendo todos los compromisos en materia laboral y cubriendo los gastos de servicios generales, por lo que nuestros pasivos quedaron en una cuan-tía manejable”.
El funcionario añadió que las secretarías de Cultura federal y de Hacienda y Crédito Público, “no nos dejaron solos”.
“En los últimos meses de 2020 tuvimos una ampliación líquida de 740 millones de pesos, por lo que los recursos se incrementaron. El INAH sufrió un recorte de su presupuesto original, nos quitaron 700 millones con la modificación por las políticas de austeridad en función de una emergencia terrible por la pandemia, pero mediante esfuerzos muy grandes se incorporaron también 260 millones de recursos autogenerados, con todo y el cierre de museos y zonas arqueológicas.
“En condiciones normales, el instituto habría tenido que ejercer un poco más, pero demostró que además de que es una comunidad palpitante que defiende sus tareas sustantivas, también somos una comunidad solidaria y dispuesta a la austeridad y a comprender la situación de los sectores que viven en condiciones más difíciles”, concluyó.