Washington. Estados Unidos ejecutó este miércoles a una mujer que había asesinado a una embarazada para robarle el feto, la primera ejecución federal de una mujer en casi 70 años, en uno de los últimos actos de la presidencia de Donald Trump.
"Lisa Montgomery, 52 años, fue ejecutada en la penitenciaría federal de Terre Haute", en el estado de medio oeste de Indiana, a las 01 horas 31 (06 horas 31 GMT), anunció en un comunicado el departamento de Justicia.
Montgomery, que en 2004 mató a una embarazada para quedarse con su feto, recibió una inyeccción letal "de acuerdo con la pena capital recomendada por unanimidad por un jurado federal e impuesta por la Corte del Distrito de Estados Unidos" de Misuri, prosiguió el texto.
Poco antes, la Corte Suprema había rechazado los últimos recursos presentados por los abogados de la mujer, a pesar del desacuerdo de sus tres magistrados progresistas.
Según ellos, su clienta padece trastornos mentales graves, consecuencia de las agresiones y violaciones en grupo que sufrió cuando era niña, y no comprende el sentido de su condena, una condición indispensable para que sea ejecutada.
Un juez federal había ordenado el lunes suspender la ejecución a petición de la defensa, pero el ministerio de Justicia apeló esa decisión del magistrado y un tribunal de apelación anuló el fallo este martes.
Primera mujer ejecutada en EE. UU. por orden federal en seis décadas#LisaMontgomery era única mujer en el corredor de la muerte en el país. El Tribunal Supremo había levantado horas antes la suspensión de la ejecución decretada por un juez.#DWNoticias /eal pic.twitter.com/JOLPM2Km9H
— DW Español (@dw_espanol) January 13, 2021
La Corte Suprema de Estados Unidos, ante la que se habían presentado dos recursos distintos, dio razón en ambos casos a los abogados del gobierno de Trump.
En 2004, Montgomery, incapaz de tener un nuevo hijo, identificó a su víctima --una criadora de perros-- en internet y acudió a su domicilio en Misuri con la excusa de comprarle un terrier.
En su lugar, la estranguló, le abrió el útero, tomó el bebé --que sobrevivió-- y abandonó a la joven de 23 años en un charco de sangre.
Trump, un firme partidario de la pena de muerte, ignoró una petición de clemencia presentada por los apoyos de Montgomery.