Nueva York. En un viaje a la frontera con México, Donald Trump elogió sus políticas antimigrantes y su muro fronterizo como grandes logros de su gobierno y agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador su colaboración para frenar la migración indocumentada a Estados Unidos.
Ante un segmento del muro fronterizo en Álamo, Texas, Trump resaltó los supuestos logros de su muro y su política migratoria, tanto en frenar los flujos migratorios indocumentados como los casos de asilo a través de acuerdos con México y por ello expresó: “quiero agradecer al gran presidente de México, es un caballero, amigo mío, el presidente Obrador”.
“AMLO ama a su país y a EU”
Agregó que “él (AMLO) es un hombre que realmente sabe qué está pasando y ama a su país y también ama a Estados Unidos. Pero le quiero agradecer por su amistad y su relación profesional de trabajo. De verdad tuvimos 27 mil soldados mexicanos resguardando nuestras fronteras durante los pasados dos años. Nadie pensaba que eso era posible”. Fue por ello, subrayó, que se desplomó el número de inmigrantes indocumentados que deseaban ingresar a Estados Unidos.
Trump, en su primera aparición en público desde el asalto al Capitolio realizado por sus seguidores en lo que se supone es una de sus giras de despedida, declaró que estaba ahí para “celebrar el gran logro, la construcción extraordinariamente exitosa del muro en la frontera sur”, al cual consideró “uno de los proyectos de infraestructura más grandes en la historia de nuestro país”.
“El muro frenó el Covid-19”
Afirmó que con ello y el trabajo de las agencias de control migratorio “hemos logrado la frontera sureña más segura en la historia de Estados Unidos”, frenando no sólo a inmigrantes, sino a criminales, el narcotráfico, “terroristas” y hasta el Covid-19 del lado mexicano.
Indicó que además del acuerdo con México conocido como los Protocolos de Protección de Migrantes, en el que los solicitantes de asilo en Estados Unidos deben permanecer en México mientras proceden sus casos, también se aplicaron acuerdos con Guatemala, Honduras y El Salvador. De esta forma, dijo, “el peso de la inmigración ilegal ahora es compartida a través de la región” y detalló que, así, cuando un indocumentado es arrestado en la frontera estadunidense puede ser enviado a un país vecino en lugar de alguna comunidad dentro de Estados Unidos.
Se congratuló por haber forzado a estos países a aceptar a los migrantes que se arrestaban en la frontera –“los cuales podrían haber sido asesinos, jefes de cártel, gente verdaderamente mala”– después de que “detuve los pagos a estos países… y después de un mes, recuerden, ellos llamaron para decir que ‘nos encantaría tenerlos de vuelta’”.
Resaltó también su medida para responder a lo que llama el “virus chino”, bajo la cual inmigrantes indocumentados son deportados rápidamente con el pretexto de proteger la salud de los residentes estadunidenses, y advirtió que dejar de hacerlo “provocaría una catástrofe de salud pública de proporciones épicas” en este país.
Subrayó que el “enemigo invisible” del Covid-19 ha golpeado fuertemente a México, y argumentó que por el muro también se ayudó a contener el contagio que padecen comunidades fronterizas mexicanas como en Tijuana.
Según Trump, su muro y otras políticas de control migratorio han frenado a “terroristas de Medio Oriente en la frontera sur”.
Advirtió que si todas estas medidas y el muro son desmanteladas, habrá un “ola de inmigración ilegal”, con más caravanas, provocando una amenaza “para nuestra seguridad nacional, la seguridad pública y la salud pública. Destruirá millones y millones de empleos y cobraría miles de vidas inocentes”.
Así, concluyó uno de los discursos finales de su mandato con el mismo vocabulario con el cual se eligió y estrenó su presidencia hace cuatro años.
“La seguridad de nuestra nación tiene que ser primero que el politiqueo”, concluyó el presidente quien ha sido formalmente acusado en el Congreso por representar un peligro a la seguridad nacional y la Constitución de su país.