Desde agosto, cuando empezó a aplicarse en forma masiva en Rusia la vacuna Sputnik V, ha sido administrada a más de 1.5 millones de personas en ese país, así como en Serbia, Bielorrusia y Argentina. Aunque todavía no se han difundido los resultados del ensayo clínico de fase 3, de manera preliminar el Fondo Ruso de Inversión Directa informó que tiene una eficacia de 91.4 por ciento para prevenir el nuevo coronavirus, y de 100 por ciento para evitar las complicaciones graves de la enfermedad.
Además de la vacuna desarrollada por la empresa CanSino Biologics, de China, la Sputnik V, con un costo menor a 10 dólares cada dosis, podría sumarse a las adquisiciones que realice México. De acuerdo con información oficial, la visita a Argentina que la semana pasada realizó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, tuvo varios objetivos, entre ellos conocer la experiencia del país sudamericano con el biológico ruso.
No obstante, la política seguida en México es que las vacunas que el país podría adquirir deben tener como antecedente haber sido aprobadas para su uso por autoridades sanitarias reconocidas, como ocurrió con el inmunizante fabricado por la alianza Pfizer-BioNTech y la de AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
Ambas ya fueron autorizadas para su uso de emergencia en México por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y desde el 24 de diciembre pasado iniciaron las entregas de dosis de la producida por Pfizer-BioNTech.
Además, el gobierno federal tiene compromisos de compra con otras instancias, y respecto de la vacuna Sputnik V se ha informado que Cofepris revisa la solicitud para realizar un ensayo clínico en el país. Aunque la situación podría cambiar si, como ha indicado el Fondo Ruso de Inversión Directa, en las próximas semanas publica los resultados de la fase 3, en el cual participaron más de 31 mil personas.
El biológico está entre los 10 principales candidatos considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
Se caracteriza por la utilización de vectores adenovirales humanos, los cuales causan el resfriado común. La vacuna Sputnik V utiliza dos vectores (transportadores) diferentes, uno para cada una de las dos dosis requeridas para generar la respuesta del sistema de defensas del organismo ante el nuevo coronavirus.
Información del desarrollador, el Centro de Investigación de Epidemiología Gamaleya, señala que al utilizar dos vectores, la inmunidad es más duradera respecto de las vacunas que utilizan un mecanismo de administración en las dos inyecciones.
Este tipo de vacunas adenonvirales han demostrado seguridad, eficacia y ausencia de efectos adversos en más de 250 estudios clínicos realizados en las pasadas dos décadas, indican los datos de dicho centro. Además, se puede mantener a una temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados, es decir, no requiere de un sistema de ultracongelación.
Argentina fue el primer país de América Latina en autorizar el uso de emergencia de la Sputnik V, y el pasado 24 de diciembre recibió el primer lote de 300 mil dosis de un total de 10 millones acordadas en un contrato.
El 6 de enero, la autoridad sanitaria de Bolivia también otorgó el registro para uso de emergencia a la vacuna rusa. Antes hicieron lo propio Serbia y Bielorrusia, donde ya se aplica en forma masiva el biológico.