Con el regreso a clases ayer de 30.4 millones de alumnos, de prescolar a bachillerato, arrancó el programa Aprende en casa III, en el que se contempla un modelo mixto para entidades con semáforo verde a la par de las clases a distancia que se mantendrán en todo el país, explicó el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.
Los planteles de dichas entidades tendrán un regreso gradual al “ritmo en que sea seguro hacerlo”, para lo cual se definió un protocolo que contempla corresponsabilidad de padres y docentes para establecer hasta tres filtros entre la casa, la escuela y el salón, así como la suspensión de clases presenciales en todo el plantel por 15 días en caso de detectarse un solo contagio de Covid-19, entre otras medidas.
Al acudir ayer a la conferencia matutina en Palacio Nacional, el funcionario recordó que Campeche y Chiapas se mantienen con semáforo verde en el contexto de la pandemia, por lo que en dichas entidades se podrá iniciar con el regreso a clases presenciales paulatinamente. Para ello, el protocolo indica que deben formarse comités participativos de salud escolar, los cuales corroborarán las medidas de limpieza y señalización, así como garantizar el acceso a agua y jabón.
También se solicitará un uso general de cubrebocas artesanal o pañuelo, asistirá la mitad de los estudiantes un día y el resto lo hará al día siguiente, alternados por apellidos, con entrada y salidas escalonadas del plantel. Las ceremonias escolares serán suspendidas y deberá ofrecerse apoyo socioemocional para profesores y estudiantes.
Tras la solicitud de los docentes, subrayó que se asumirá como enfermedad de riesgo de trabajo el Covid-19, y recordó que para regresar en semáforo verde se vacunará a las y los maestros en estas entidades como prioridad.
En tanto, los estados que se encuentren en semáforo amarillo podrán abrir centros de aprendizaje comunitario en los que la asistencia será voluntaria, tanto de maestros como alumnos.
Dichos sitios tendrán como objetivo la atención prioritaria a estudiantes en condiciones vulnerables o con mayor rezago. Los asistentes deberán presentar una “carta responsiva” y limpiar equipo y mobiliario después de cada clase, las cuales serán de máximo 40 minutos con nueve personas por salón separados al menos por dos metros de distancia.
Moctezuma Barragán detalló que en una encuesta a 300 mil docentes, 93 por ciento estuvo de acuerdo con la educación a distancia y 86 por ciento dio una calificación de entre 8 a 10 a este sistema.