Los restauranteros de la Ciudad de México se quedaron sin oxígeno ante las afectaciones de la pandemia de Covid-19, pues reclaman que los apoyos fiscales del gobierno capitalino son nulos en los hechos, al tiempo que son obligados a cerrar sus negocios debido a que la ciudad se encuentra en semáforo rojo al continuar la emergencia sanitaria.
En este contexto, un segmento de los empresarios restauranteros decidieron “desafiar” al gobierno al abrir sus unidades.
Germán González Bernal, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), considera injusto que mientras los restaurantes formales, que implementan medidas sanitarias, son obligados a cerrar por el gobierno, éste mismo permite que opere el comercio informal de comida.
De acuerdo con información del organismo, la iniciativa de abrir, pese a estar en semáforo rojo, fue por parte de empresarios particulares, y aunque no hay un número exacto de cuántos negocios abrieron sus puertas, la semana pasada se emitió un desplegado emitido por 500 restaurantes, con el lema “O abrimos o morimos”.
Una cadena que abrió, pese a las advertencias del gobierno capitalino, fue Sonora Grill Group. En sus redes sociales argumentó su decisión con el mensaje: “Debido a la difícil situación a la que nos enfrentamos, como personas y como gremio, hemos tomado la decisión de continuar trabajando”. Otras que también abrieron fueron Fisher’s, Toks y Potzollcalli, y aseguraron que lo harían con todas las medidas sanitarias.
A lo largo del día, en Twitter la etiqueta #AbrimosOMorimos, impulsado por la industria restaurantera, se convirtió en tendencia, lo que fue aprovechado por decenas de pequeños restaurantes que contaron las dificultades económicas que han encontrado, las cuales lo orillaron a cerrar o a estar a punto de hacerlo.
Situación grave no se buscó ni es culpa del gobierno
Para Francisco Fernández, presidente de la Canirac, la situación crítica no se buscó ni tampoco es culpa del gobierno; sin embargo, muchos restauranteros están desesperados y decidieron abrir de manera unilateral. Dijo que la situación ha llegado al límite, pues en todos los meses que van de la pandemia se han ido a la quiebra alrededor de 100 mil empresas, lo que ha provocado la pérdida de alrededor de 400 mil empleos.
Asimismo, señaló que los apoyos del gobierno capitalino son insuficientes, pues ha sido como “dar una aspirina, cuando se tiene una enfermedad terminal”.
Los restauranteros piden al gobierno capitalino que pese a que la Ciudad de México esté en semáforo rojo se les considere esenciales y los dejen operar en al menos 30 por ciento de su capacidad, y no sólo ofrecer el servicio para llevar.
Trabajarán SE y Canirac en busca de apoyos al sector
La Secretaría de Economía (SE) informó que abriría un canal de diálogo para trabajar en conjunto con la Canirac en la búsqueda de apoyos al sector. En un breve comunicado, la dependencia dijo que la comunicación será con la titular de la Unidad de Desarrollo Productivo, Ana Bárbara Mungaray, quien tendrá un acercamiento con la cámara restaurantera.
“El objetivo es encontrar soluciones de apoyo para el sector que nos permitirán tener una recuperación más pronta”, apuntó.
La SE agregó que es consciente de la dificultad que enfrentan la mayoría de las personas y familias que dependen de sectores económicos en varios estados, cuyas actividades no están abiertas en su totalidad, debido a la pandemia.
Se debe privilegiar la salud
Sin embargo, resaltó que en este momento se debe privilegiar la salud de los mexicanos. “Por ello, es importante seguir las recomendaciones de las autoridades para que el semáforo epidemiológico pueda cambiar en los siguientes días y así reanudemos nuestras actividades económicas, entre ellas la del sector restaurantero”, apuntó.
El comunicado de la SE se da luego de que este lunes diversos empresarios restauranteros decidieron abrir sus comercios, pese a que la capital se encuentra en semáforo rojo por la pandemia de coronavirus.
Se manifiestan en calles: “O abrimos o morimos”
Asimismo, representantes del sector restaurantero se manifestaron en las calles de la capital del país bajo la consigna “O abrimos o nos morimos”.
Lo anterior, debido a que al no ser considerados como una actividad esencial tienen prohibido abrir al público, por lo que se deben limitar a vender alimentos para llevar, lo cual, según los empresarios, no es redituable para sus negocios.