DeVonta Smith fue indefendible, Najee Harris no tuvo freno y Mac Jones estuvo perfecto. Con una actuación quirúrgica y explosiva por igual, Alabama conquistó ayer el Campeonato Nacional del futbol americano universitario al derrotar 52-24 a Ohio State.
El juego final de la temporada de futbol americano colegial, cuyo desarrollo estaba en duda por la pandemia y que estuvo plagada de interrupciones en el otoño, terminó de la manera más predecible: Alabama como campeón nacional por sexta ocasión en los 12 años recientes bajo la tutela de Nick Saban. Para el entrenador, fue su séptimo título nacional, rompiendo el empate con el legendario Paul Bear Bryant en la mayor cantidad a nivel universitario. Sólo 15 mil aficionados ingresaron al Hard Rock Stadium a la última actuación universitaria de Smith.