Cuando vino la pandemia todos estábamos jugando una partida de cartas, teníamos más o menos cartas, dependiendo de éstas jugábamos de una manera o de otra. Pero nos dijeron “oye, métete en casa”. “quédate un rato en casa”, “no salgas, que cuando vuelvas seguirás con las mismas cartas, jugando la partida”. El mundo ha vuelto y ha cambiado por completo, y la partida que estábamos jugando en el mundo entero ha acabado; comienza un nuevo juego.
Con esta metáfora del juego, Cipri Quintas, autor de El libro del networking, (Alienta, Grupo Planeta) que en dos años y medio llega ya a su decimotercera edición, nos lleva a la pregunta obligada. Y…, ¿entonces cómo debemos jugar el juego ahora? refiriéndonos nada más ni nada menos a cómo le hacemos para continuar en la vida, pero con éxito. Aunque el autor, que además es empresario desde los 18 años y filántropo de más de 30 fundaciones, nos advierte que el “éxito no es tener, sino dar; somos lo que damos”.
En entrevista, Cirpri Quintas afirma, con base en su experiencia de más de 30 años que “cuanto más desarrollas la empatía, cuanto más pones foco en los demás, cuanto más cuidas a los demás, mejor te va a ir en la vida. El mejor negocio que hay en el mundo es invertir en el corazón de los demás, y ahora más que nunca. Si tú consigues estar pendiente de los demás ganas algo tan potente como lo es su confianza. La confianza es uno de los grandes valores que tenemos que trabajar todos y más en estos momentos; si no hay suficiente energía no vamos a lograr salir de esta”.
El libro fue inspirado en integrar una serie de claves a aplicar para triunfar en lo personal; el volumen expone la filosofía del #Networkingconcorazón, entendida como una guía para relacionarse con las personas con base en la confianza, la transparencia y la amistad. Ahora el autor ha devenido “conector de personas”, como se le conoce ya en los países de habla hispana.
Y volviendo a la pregunta, ¿cómo debemos jugar ahora?
Cipri Quintas aclara: “No pretendo ser gurú, ni el más listo, simplemente comparto lo que a mí me ha funcionado. Tenemos ser todos focos que alumbremos a los demás, ser faros, el faro es calor para los demás y los guía. No el faro que deslumbra, el faro que se ilumina a sí mismo e ilumina a los demás”.