La exposición Monumental: dimensión pública de la escultura, en el Museo de Arte Moderno (MAM), es un llamado a la “defensa del patrimonio moderno que también merece ser conservado y protegido”, expresó Pedro Reyes, curador invitado de la muestra que revisa la producción tridimensional en el país, de 1927 a 1979, al estrenar un recorrido virtual “de 360 grados”.
Sus palabras venían a cuenta del último núcleo de la exhibición de casi 400 piezas, dedicado al Espacio Escultórico (inaugurado en 1979), obra colectiva afectada por la construcción del llamado “edificio H” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que “arruinó” su entorno. “Al tratarse de una obra de arte de la tierra (land art), el paisaje es parte de ella”, señaló el artista, quien llamó a la construcción “crimen cultural”.
En 2016, Reyes promovió el movimiento Salvemos el Espacio Escultórico, que atrajo la atención de más de 35 mil personas –entre ellas los artistas Anish Kapoor y Ai Weiwei–, que firmaron una petición en favor de que la UNAM redujera la altura del edificio para que el Espacio Escultórico recobrara su “gloria original”, lo cual no sucedió. La exposición comprende un registro hemerográfico de la “lucha por salvar el patrimonio”.
Monumental… muestra que hay manifestaciones artísticas que ocurrieron aquí antes que en otros países. El land art, por ejemplo, “surgió en México a finales de los años 40 del siglo pasado, tres lustros antes que en Estados Unidos, con experimentos como el paisaje en el Pedregal. Hay una gran conciencia de la transformación de la escultura a través de estas obras de paisaje, que son importantes, porque se vuelven un antecedente de lo que luego se convirtió en el Espacio Escultórico”.
A Reyes le interesa el periodo de la exposición, ya que “en los años 90, cuando empecé a practicar, la escultura era un término que casi no se utilizaba. Se hablaba de la instalación, de las obras de sitio específico; sin embargo, había una especie de sesgo contra la escultura, sobre todo de la figurativa.
“De alguna forma, ya entrados en el siglo XXI, para mí ese periodo del arte conceptual y de la desmaterialización del arte también está llegando a una especie de fatiga o desgaste, en que de repente la escultura resurge como noción que la conecta con una tradición muy antigua.
“México es uno de los territorios que más escultura han tenido a lo largo de 35 siglos de historia. Existen recursos escultóricos que nos pueden dar enorme inspiración.”
Monumental… empieza en 1927, “momento posrevolucionario en el que el muralismo estuvo en pleno apogeo, y los escultores empezaron también a hacer obras con la misma vocación pública; es decir, la escultura cívica o, después, Escuela Mexicana de Escultura. Me gusta que nos acerquemos a este periodo de la historia porque hay una construcción de una identidad nacional. Los escultores sufrían una especie de colonialización, ya que en el siglo XIX las artes plásticas estaban bajo el canon neoclásico. Fue hasta el XX que los artistas empezaron a incorporar en su lenguaje la escultura prehispánica, no sólo en su temática, sino en su estilización”.
Otro propósito de la exposición es “reparar” las carencias o ausencias que tuvieron ciertas figuras, como la escultora Geles Cabrera, “primera mujer que practica de forma profesional la escultura en México. Sin embargo, su obra no fue coleccionada por museos”, al grado que abrió su propio recinto en 1966, el cual mantuvo con sus propios recursos durante 40 años.
El video del recorrido se puede ver en la página de Facebook del MAM.