Pese al llamado de un grupo de restauranteros, sólo cuatro establecimientos desafiaron el semáforo epidemiológico en rojo con el otorgamiento de sus servicios en sitio.
Por la tarde, en una reunión con empresarios del ramo, la Secretaría de Gobierno capitalina acordó un nuevo encuentro para determinar una posible fecha de reapertura de negocios.
Mientras trabajadores de la sucursal Fisher’s en la colonia Roma se manifestaron con cacerolas en espera de indicaciones para abrir al público, la sucursal en Polanco fue apercibida por verificadores de la alcaldía Miguel Hidalgo porque permitió el ingreso de comensales. El exhorto fue sólo proveer alimentos para llevar o servicio a domicilio.
Lo mismo sucedió en la sucursal de Sonora Grill en avenida Molière. De esa misma cadena también abrió la sucursal ubicada en Paseo de la Reforma, donde los comensales fueron atendidos en mesas ubicadas afuera del lugar.
Antes del ingreso, los encargados de cada recinto tomaron temperatura a sus clientes y les ofrecieron gel antibacterial. Este lunes fueron verificados 231 restaurantes cuyas cadenas amenazaron con abrir al público.
Como parte de las manifestaciones para abrir establecimientos comerciales, pese a estar en semáforo rojo, varios representantes de fondas, cafeterías, comercios de barrio y restaurantes del Centro Histórico salieron con pancartas y a cacerolazos, pidieron su reapertura con medidas de prevención.
“Nos manifestamos trabajadores de todas las áreas, dueños de restaurantes, gente que vive al día de su trabajo; no somos ricos, somos pequeños comerciantes que tenemos familias que dependen del sector”, afirmaron.
En tanto, comerciantes de la calle República de Chile, llamada de Las Novias, pegaron letreros con la etiqueta #EnElCentroYaQueremosTrabajar, y como parte de las protestas colocaron maniquíes con vestidos de quinceañeras en la acera donde reprocharon la desventaja que viven con respecto al comercio informal que opera sin restricciones.