La recuperación en los precios del petróleo a escala mundial dependerán principalmente del control que cada gobierno pueda dar a la pandemia de Covid-19, afirmó un estudio realizado por la agencia calificadora de valores Moody’s.
De acuerdo con la agencia, a lo largo de este año los precios del petróleo y del gas natural mantendrán un ritmo de crecimiento moderado, a medida que los mercados toman fuerza en medio de una recuperación económica mundial desigual.
“Las trayectorias de crecimiento marcadamente divergentes entre Asia, Estados Unidos, Europa y entre diferentes industrias extenderán una recuperación desigual de la demanda, manteniendo los precios del petróleo y el gas volátiles y sensibles a los cambios en la oferta. La recuperación continua de la demanda mundial de petróleo depende en parte de una gestión eficaz de la pandemia en todo el mundo”, aseguró la agencia en un reporte.
Precisó que los inventarios elevados de petróleo y productos refinados a principios de 2021 sugieren un apoyo modesto del sector de refinación y un ritmo lento de requilibrio del mercado sin un avance en la gestión de la pandemia.
“Las economías asiáticas, incluidas China e India, están liderando el repunte de la demanda industrial y de transporte de petróleo y deberían mantener el mercado del petróleo en la senda del requilibrio, incluso si el regreso de los confinamientos por el coronavirus conducen a una demanda dispareja de Estados Unidos y Europa”, aclaró.
Según la agencia, los precios del crudo seguirán volátiles y muy sensibles a los cambios en la oferta, dado que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleos y Asociados (OPEP +) probablemente igualarán la producción con la demanda del energético, lo que sustentará los precios del crudo a corto plazo entre 40 y 45 dólares por barril.
“No prevemos un retorno al crecimiento en América del Norte, donde los productores redujeron la inversión y están utilizando sus recursos para pagar la deuda en previsión de una regulación más estricta y políticas de energía verde bajo la nueva administración en Estados Unidos”, apuntó.
Fue en abril del año pasado cuando por primera vez en la historia los precios mundiales del petróleo se situaron en terreno negativo.
A fin de aminorar los impactos de este hecho, los países de la OPEP y sus asociados tomaron la decisión de reducir la producción de petróleo para incrementar la demanda y así poder estabilizar los precios.
Así, precisó Moody’s, los riesgos para las expectativas este año incluirían una recuperación más rápida en la demanda de petróleo y precios del crudo más altos que incitan a los productores estadunidenses a aumentar la producción del combustible, hecho que impulsaría la producción de gas asociado en el proceso.
“Las condiciones cálidas del invierno reducirán la demanda de gas natural, retrasando la recuperación de los precios. Los costos del petróleo WTI persistentes por encima de 50 dólares por barril requerirían un aumento de las exportaciones estadunidenses de gas natural para respaldar un impulso positivo en los precios de éste”, aclaró la calificadora.