Pese a la huelga, hasta ayer no había negociaciones entre Interjet y la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) ni la aerolínea emitió alguna comunicación respecto al paro de labores que comenzaron el viernes los poco más de 5 mil trabajadores, a los cuales la empresa les adeuda cuatro meses de sueldo, seis meses de vales de despensa, aguinaldo y fondo de ahorro, entre otros conceptos.
En un recorrido por el área de mostradores de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y a las afueras de las oficinas del corporativo, situadas a un costado de la terminal aérea, se constató que las guardias de trabajadores son reducidas a fin de evitar posibles contagios de Covid-19.
Verónica, una asesora sindical, dijo a La Jornada que los empelados sindicalizados realizan “guardias ocho horas. No tenemos un número específico de compañeros, nos estamos organizando para cubrir todas las guardias y tomamos todas las medidas sanitarias: tenemos gel antibacterial y usamos siempre mascarilla, estamos cuidando todo eso. No estamos todos amontonados, esta carpa es amplia”.
Otras fuentes sindicales detallaron que las guardias se están distribuyendo “por lista de empleados”, así no hay riesgo de que falte gente para esta labor y para sostener el movimiento se hace uso de los recursos del fondo de huelga. Así que hay capacidad para resistir.
La huelga comenzó a las 12:48 del viernes 8 de enero, luego de que la empresa incumpliera con sus deberes patronales e incluso dejó de pagar impuestos y suspendió vuelos desde principios de diciembre debido a sus adeudos de combustible. El gremio, dirigido por Francisco Joaquín del Olmo Velázquez, ha solicitado la intervención gubernamental para solucionar la situación, primero pidió la requisa y el viernes pidió al gobierno analizar el tema del adeudo de impuestos.
En los mostradores una decena de empleados sindicalizados se encontraba resguardando el lugar.
En esa zona el AICM colgó tres lonas en las que deja en claro que “todas las instalaciones (del aeropuerto) son propiedad federal, por lo que “en términos de los ordenamientos aplicables no puede llevarse a cabo válidamente ninguna diligencia judicial, extrajudicial o administrativa que afecten dichos bienes”.
La percepción es que existe temor que pueda darse algo similar a lo ocurrido con los jubilados de Mexicana de Aviación, los cuales tras la quiebra ocuparon la zona de mostradores de la extinta aerolínea. Allí instalaron una cafetería y una tienda para allegar recursos a las familias afectadas por la quiebra.