Roma. El escritor italiano Leonardo Sciascia (1921-1989), quien se atrevió a escribir sin tapujos de la mafia, rompiendo la ley del silencio en Sicilia, fue recordado este viernes en Italia, en ocasión de los 100 años de su nacimiento.
Considerado un clásico incontestable de la literatura del siglo XX, Sciascia escribió numerosas novelas policiacas sobre la mafia, destapando ese fenómeno criminal y convirtiéndose en la conciencia crítica del país por sus implacables denuncias sobre la corrupción y la violencia.
Por ello, Italia ha querido rendirle un homenaje especial al programar en todos los canales de la televisión pública varias películas basadas en sus novelas, documentales y entrevistas, entre ellas Cadáveres excelentes y El contexto, interpretado por Lino Ventura, Max von Sydow y Fernando Rey.
Nacido en Racalmuto (en el sur de Sicilia) el 8 de enero de 1921 y fallecido de cáncer en la capital siciliana Palermo, el 20 de noviembre de 1989, el escritor, quien convirtió la mafia de esa isla en el objeto central de su obra, narraba historias –muchas de ellas llevadas al cine– que tuvieron mucha resonancia al describir la organización criminal no como una ‘onorata societá’, una hermandad de arcaicas raíces como se creía, sino en lo que se había convertido: una asociación delictiva, paralela al Estado, para el provecho de sus miembros.
Décadas antes de Roberto Saviano y de Andrea Camilleri, Sciascia, quien también fue parlamentario por el partido Radical, supo contar y destapar esa realidad y sus ramificaciones.
Un intelectual comprometido
“Italia le debe mucho a ese intelectual”, comentó ayer el ministro de Cultura, Dario Franceschini, quien recalcó su “pasión democrática” y su “compromiso civil”.
Traducidas a numerosos idiomas, sus más de 40 novelas y cuentos retratan a Sicilia y a los sicilianos en un momento en que aún la Cosa Nostra no existía oficialmente y que muchos políticos y periodistas la consideraban una leyenda inventada por los comunistas.
Gran admirador de su paisano, el dramaturgo Luigi Pirandello, Nobel de Literatura 1934, cultivó casi todos los géneros narrativos.
Periodista y crítico literario, conocido por su timidez, alternó ensayos (Feste religiose in Sicilia), poesía (La Sicilia, il suo cuore), novelas históricas (El archivo de Egipto) e incluso la comedia (L’onorevole).
En muchas de ellas brotaba su “sicilianidad”, a través de la cual interpretaba el mundo y explicaba los grandes interrogantes de la humanidad, por lo que la mayoría de sus obras estaban ambientadas en la isla mediterránea.
Fue un gran conocedor de España, que está presente en varios de sus libros y en especial en Horas de España, y leyó especialmente a Cervantes y a José Ortega y Gasset.
Formó parte de la comisión de investigación sobre el secuestro y asesinato, en 1978, de las Brigadas Rojas del ex primer ministro Aldo Moro, experiencia que resumió en el libro El caso Moro (1978).
Los filmes A cada uno lo suyo (1967), interpretado por Gian Maria Volonté e Irene Papas; Todo modo (1976), y El día de la lechuza (1961) formaron a generaciones de italianos e incomodaron a muchos al ser una radiografía del crimen y el poder, y abordar delitos impunes y muertes sospechosas.