Al mantenerse el incremento en el número de contagios y hospitalizaciones por Covid-19, el Gobierno de la Ciudad de México anunció que se habilitarán 350 camas más para ampliar la capacidad de atención médica, se dispondrá de más personal de salud y se puso en marcha un programa denominado Altas Oportunas, con el fin de enviar a su casa a los pacientes que ya superaron la enfermedad, pero aún están convalecientes, para tener lugares disponibles.
Las autoridades detallaron que se incorporarán 100 camas más al hospital general del Issste en Tláhuac, 20 más en el de Chivatito, a cargo de la Sedena, 10 más en el de La Villa y 120 en el de Topilejo, que se espera esté listo a finales de la próxima semana.
Además, se sumarán 100 camas en los hospitales privados que operarán por medio de un convenio con el Instituto de Salud para el Bie-nestar (Insabi), las cuales estarían disponibles de manera gratuita en caso de que no hubiera lugar en las unidades públicas.
Sobre Altas Oportunas, la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, explicó que muchas veces los pacientes permanecen internados porque requieren oxígeno, pero ahora se les da este apoyo para que puedan concluir su atención en su domicilio y además tienen seguimiento médico.
Agregó que ante la saturación en los hospitales las ambulancias deben esperar hasta una hora para ingresar a los enfermos, que son valorados por códigos según la gravedad con la que llegan. “Los clasificamos en verde, rojo, amarillo y tiene que ver con el tipo de atención que necesitan para quien despacha, quien llega y quien recibe en un hospital, que la unidad de salud sepa que debe estar preparado para recibir al más, menos grave o que requiere cierto tipo de atención”.
La funcionaria comentó que también se hace una valoración para garantizar un lugar a quienes así lo requieren, ya que muchas veces llega la ambulancia, pero en realidad el paciente no necesita ser trasladado a un nosocomio. “Hemos estado insistiendo en que si está baja la saturación de oxígeno las personas corren más riesgo, es un dato de alarma, la fiebre muy alta, la cefalea que no se controla y la baja de saturación de oxígeno”.
López detalló que durante la emergencia sanitaria se han contratado a mil 304 trabajadores de la salud que laboran por honorarios en distintas áreas, otros 4 mil 823 en el reforzamiento del nivel ambulatorio en centros y kioscos, así como 999 de forma directa por el Insabi y 282 especialistas.