Hoy entran en vigor las reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, que permiten la incineración de basura orgánica para generar energía. Sin embargo, esta medida “no es la correcta”, ya que no es compatible con un plan de basura cero que requiere de manera necesaria minimizar y evitar la generación de residuos, señaló Greenpeace.
Ornela Garelli Ríos, especialista en Consumo Responsable y Cambio Climático de Greenpeace México, indicó que si bien la transformación de basura orgánica en energía “no resulta tan preocupante”, nuestras ciudades deben privilegiar un plan de basura cero que respete la jerarquía de la gestión de residuos. “Antes de estar pensando en hacer negocios quemando la basura, lo más importante es evitar, en primer lugar, que se genere ese residuo”.
En entrevista añadió que se debe evitar “el desperdicio de alimentos, que es el principal problema. En lugar de pensar en incinerarlos, hay que evitar que se generen, porque en México alrededor de 35 por ciento de los alimentos producidos se desperdician y millones de toneladas se están yendo a la basura”. Las consecuencias que esto tiene “no sólo son en términos sociales, sino también ambientales, porque contribuyen al cambio climático y al desperdicio de los recursos que se invierten en su producción”.
El decreto publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación precisa la modificación de la fracción IV del artículo 7; la fracción III del artículo 10, y se adicionó una fracción XXI, recorriéndose la subsecuente en su orden, del artículo 9 de la citada ley.
Las reformas destacan el control de los residuos sólidos urbanos, en coordinación con las entidades federativas y con los municipios, para aprovechar la materia orgánica de los residuos sólidos urbanos en procesos de generación de energía.
A partir de hoy el gobierno federal contará con un plazo de 365 días naturales para publicar las normas oficiales mexicanas que establezcan las especificaciones que deban cumplir los sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos para aprovechar la materia orgánica en procesos de generación de energía. Los Congresos de los estados tendrán el mismo tiempo para armonizar las legislaciones de su competencia.