La colaboración entre las iglesias y los gobiernos federal y locales ha estado concentrado en la atención a la emergencia sanitaria por Covid-19, así como en acciones para la construcción de paz, libertad y tolerancia religiosa, de acuerdo con la Dirección General de Asuntos Religiosos (DGAR) de la Secretaría de Gobernación. En tanto, el Centro Católico Multimedial (CCM) informó que el año pasado, a causa del coronavirus, fallecieron cuatro obispos, 135 sacerdotes, ocho diáconos y cinco religiosas.
En el informe “Voces y acciones en materia religiosa”, la DGAR señaló que entre las labores que se han realizado con las asociaciones religiosas está el establecer enlaces para atender a personas de bajos recursos y también se ha avanzado en iniciativas para ayudar a madres solteras y niños huérfanos, al igual que otros grupos vulnerables.
Uno de los casos que se presentan en el documento es el del estado de Guerrero, donde a través del DIF local se invitó a agrupaciones civiles y religiosas a participar en el programa Gente ayudando a la Gente, el cual consistió en la creación de un banco de víveres mediante la donación de alimentos no perecederos por parte de la sociedad. El fin fue proporcionar lo recaudado a personas de bajos recursos durante la emergencia sanitaria.
La DGAR destacó que, debido a la pandemia, “se ha requerido mayor coordinación, nuevos modos de hacer las cosas” y la atención de otros retos, lo que se ha enfrentado “de manera creativa, solidaria y decidida”.
Por su parte, el CCM informó que la Arquidiócesis con más fallecimientos por Covid-19 es la de Puebla, con 14 casos; le sigue la Primada de México y la de Morelia, con siete cada una, y la de San Luis Potosí y la de Guadalajara, con cinco casos respectivamente.
Sobre los decesos en las congregaciones y órdenes religiosas, el CCM señaló que hay un vacío de información, especialmente en las que están conformadas por mujeres. “No existe un panorama cierto del impacto del Covid-19 en las mujeres consagradas de la Iglesia”, expuso.