Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador apeló al principio constitucional de la política exterior mexicana de autodeterminación de los pueblos para no pronunciarse en torno al asalto al Capitolio ocurrido en Washington. “No vamos nosotros a intervenir en estos asuntos que corresponde resolver a los estadunidenses, esa es nuestra política. Siempre es lamentable que se pierdan vidas humanas. Siempre hemos pensado que las cosas deben resolverse por la vía pacífica”.
Sin embargo, condenó la “censura” que Facebook y Twitter aplicó al presidente Donald Trump –de quien no se refirió explícitamente– porque se debe garantizar la libertad de expresión para no reducir la comunicación a medios tradicionales: “No puede haber retrocesos. ¡Cómo se va a censurar a alguien! ‘A ver, te castigo porque yo, juez, como la Santa Inquisición, considero que lo que estás diciendo es perjudicial’. ¿Dónde está la norma?, ¿dónde está la legislación? Eso es un asunto de Estado, eso no es un asunto de las empresas”.
A pregunta expresa, López Obrador afirmó que no asistirá a la toma de posesión de Joe Biden. “No tengo invitación y he decidido salir poco”. Hay muy buena relación con el presidente Donald Trump y auguró que “no vamos a tener ninguna diferencia, no vamos a tener problemas, no va a haber pleitos con el presidente Biden. Tenemos que ponernos de acuerdo, tiene que haber entendimiento, no podemos ser vecinos distantes, tiene que haber una política de buena vecindad”.
Fuentes cercanas al proceso estadunidense informaron que tradicionalmente nunca se invita a los mandatarios o jefes de Estado de otras naciones a la ceremonia de investidura del presidente de Estados Unidos, a diferencia de lo que sí ocurre en países de la región.
El mandatario indicó que la comunidad mexicana en Estados Unidos suma 38 millones de personas, la más grande en ese país, igual que el millón de estadunidenses en México es la cifra más alta fuera de su país. Mencionó la buena relación con economías estatales del país vecino que por sí solas son muy importantes, como Texas y California. “No hay problemas con el gobierno de Estados Unidos, les deseamos que les vaya muy bien, sobre todo que le vaya muy bien a su pueblo”.
Abundó en sus críticas contra Facebook y Twitter al considerar que el surgimiento de las redes sociales significó una revolución mundial para garantizar la libertad de expresión. “No me gusta que quiten el derecho de transmitir un mensaje en Twitter o en Face, no estoy de acuerdo con eso. Tenemos que autolimitarnos todos y garantizar la libertad”.
Sostuvo que en México él padeció la censura de los medios tradicionales, por eso celebró la nueva era de las redes sociales, pero “imagínense que Twitter como empresa decida: ‘Usted no, porque lo que dice es nocivo, perjudicial o daña, va en contra de las buenas costumbres del bando de policía y buen gobierno’. ¿Qué va a quedar? Los medios de comunicación convencionales que históricamente se han sometido al poder”.