Ciudad de México. La recuperación económica será “gradual y prolongada”, prevén los integrantes de la junta de gobierno del Banco de México (BdeM), según consta en la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 17 de diciembre, cuando se decidió mantener en 4.25 por ciento la tasa de referencia del organismo. Aun con la vacuna, parte de la población no comenzará a ser inmunizada sino hasta mediados de 2021, lo que afectará la actividad económica, se argumentó en el encuentro.
Los subgobernadores y el gobernador coincidieron en que después de la recuperación en el tercer trimestre, la actividad económica en México continuó mejorando a inicios del cuarto, y la demanda externa ha mostrado mayor dinamismo. Sin embargo, se advirtió que la actividad permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia, el ritmo de recuperación se ha moderado, los sectores productivos se recobran a distinto ritmo –la manufactura muestra mejora, pero no la construcción y los servicios– y el consumo y la inversión siguen débiles.
Mientras el gobernador, Alejandro Díaz de León, así como Irene Espinosa y Javier Guzmán votaron por mantener en 4.25 por ciento la tasa de referencia por advertir riesgos para la inflación derivados del incremento en el gasto de las familias por mercancías, los subgobernadores Jonathan Heath y Gerardo Esquivel abogaron por que ésta fuera reducida a 4 por ciento.
Es “erróneo” pausar el ciclo de bajas en la tasa de referencia del BdeM y “perder así la oportunidad de instrumentar una postura monetaria más acomodaticia, congruente con la crisis económica que enfrentamos y los espacios que nos brinda el panorama inflacionario; (…) no pondera adecuadamente la dimensión de la crisis actual”, advirtió Heath.
Esquivel argumentó que por “la holgura de la economía, la fuerte apreciación cambiaria, la reducción en el riesgo-país y los pronósticos de precios de los energéticos, no se prevén presiones inflacionarias en el corto plazo” y permiten bajar la tasa de interés. Explicó que el incremento en la inflación subyacente –la menos propensa a variar– se atribuye a las características del confinamiento en la primer semestre del año pasado.
La preocupación entre algunos integrantes del BdeM es el crecimiento potencial de largo plazo. Uno de ellos argumentó que éste se verá afectado por la evolución de la inversión y la productividad total de los factores previa a la pandemia. Para el periodo 2021-2030, la mediana de los analistas encuestados por el organismo prevé que la economía crezca entre 1.9 y 2 por ciento, añadió.
A su vez, la mayoría del colegiado consideró que la propuesta de reforma a la ley de ese organismo podría ser un riesgo para los mercados financieros. Entre sus integrantes hubo quien además de observar una amenaza de inestabilidad macroeconómica considera que la iniciativa podría poner en aprietos el sistema financiero nacional.
También la mayoría celebró que la Cámara de Diputados haya frenado la iniciativa del senador Ricardo Monreal en materia de divisas en efectivo, y en su lugar haya abierto un espacio para reflexionar la propuesta. Sin embargo, recalcó como “fundamental que la solución que se alcance preserve la autonomía de este instituto central y no afecte su operación.
“Debe evitarse el riesgo de que el balance del banco central llegara a contaminarse con recursos de procedencia ilícita, ya que esto último pondría en riesgo la disponibilidad de las reservas internacionales y el acceso a fuentes de financiamiento externo, lo que podría propiciar inestabilidad macroeconómica y financiera”, se argumentó en el cónclave de política monetaria.