El crecimiento económico para este año sólo será de 2.5 por ciento debido al cierre de actividades no esenciales en la Ciudad de México y el estado de México debido al alto número de contagios de Covid-19, pues es probable que se extienda el segundo confinamiento, alertó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM.
En conferencia virtual sobre las expectativas económicas para el ciclo que recién comienza, el experto comentó que el gobierno federal no consideró el cierre de negocios en las dos entidades que por sí solas aportan 25 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Señaló que el impacto por el cierre de unidades económicas por 40 días –el último tramo de diciembre y todo enero– no sólo se reflejará en las economías de ambas entidades, sino también en el aumento de la riqueza nacional. Destacó que el PIB crecerá 2.5 por ciento al concluir este año, luego de que en 2020 la economía nacional se contrajo 9.6 por ciento.
Añadió que de prolongarse el cierre en el valle de México, el gobierno federal no tendrá ingresos tributarios como programó en el presupuesto, pues la afectación se reflejará en la recaudación de los tres grandes impuestos: IEPS, ISR e IVA.
Expuso que el ingreso de las familias que dependen de sectores como el restaurantero también se verá mermado. “Cada persona que no usa cubrebocas y no se cuida puede provocar que tres personas más pierdan su empleo o bajen su ingreso”, destacó.
Comentó que las expectativas se trasladarán al sector manufacturero, así como las perspectivas que puede dar el T-MEC.
Sin embargo, si los planes de vacunación del gobierno “no dan de sí” en la cobertura prevista para el primer semestre, anticipó una nueva caída de la economía para agosto o septiembre.
“La vacuna no es la panacea, lo deseable es que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) cambie la narrativa al inversionista. Sabemos que no lo va hacer, habría que voltear a ver a importantes secretarios en el gabinete”, apuntó.
Pese a ello, en los primeros siete días del año se ha notado la ausencia de Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda, y Luisa María Alcalde, titular de Trabajo y Previsión Social, entre otros que deberían estar mandando señales a inversionistas.