Los comerciantes en pequeño y empresas familiares de la Ciudad de México no resistirán una semana más en semáforo rojo, advirtió Gerardo López, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercioPequeño). “Hay que recordar que ya son nueve meses de pandemia, no podemos sobrevivir cerrados”, lamentó.

Por este motivo, el dirigente hizo un llamado a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a flexibilizar los lineamientos de operación para que puedan seguir en funcionamiento en caso de que el semáforo rojo se extienda otros siete días.

De lo contrario, advirtió, se corre el riesgo de que quiebren al menos 40 mil establecimientos, dejando pérdidas por alrededor de 30 mil millones de pesos en la Ciudad de México y la zona metropolitana.

Una medida urgente, aseveró, es ampliar los horarios de operación de los comercios, dado que eso evitará que los consumidores se aglomeren.

Además, pidió a la mandataria capitalina que deje de castigar y señalar a los comercios establecidos, dado que ellos han aplicado protocolos de seguridad, lo que significa que los contagios se dan en el transporte público y en el comercio ambulante o informal.

“No castiguen al comercio establecido y a las empresas que han asumido los protocolos de higiene, a quienes realmente han invertido en éstos para poder operar de manera segura para trabajadores y clientes”, señaló.

El dirigente explicó que al menos 80 por ciento de los pequeños comercios que operan en la capital del país rentan el inmueble y hasta ahora adeudan al menos tres o cuatro meses, como consecuencia de tener ventas que son menores al 20 por ciento de lo normal.

“Cuando nos dieron el semáforo naranja la vez pasada pudimos defendernos, pero ahorita arrastramos una deuda de 150 mil pesos en rentas. Además, con los proveedores también tenemos adeudos; es una cadena que nos afecta a todos”, lamentó Moisés Segura, un comerciante que opera en la colonia Tabacalera.