París. La comunidad internacional condenó ayer la toma del Capitolio de Estados Unidos por los partidarios del saliente presidente Donald Trump, y expresó conmoción por el caos desatado. “Vergonzoso”, “impactante” y “preocupante”, fueron algunos de los calificativos a los sucesos que estremecieron la capital de una de las principales potencias occidentales.
Boris Johnson, premier británico, denunció las “escenas vergonzosas” y exhortó a una transición pacífica del poder al demócrata Joe Biden.
Heiko Maas, ministro alemán de Relaciones Exteriores, instó a los seguidores de Trump a “dejar de pisotear la democracia”, al advertir que “las palabras incendiarias se convierten en acciones violentas”.
Jean-Yves Le Drian, ministro francés del Exterior, condenó “el grave ataque a la democracia” y manifestó que “la voluntad y el voto del pueblo estadunidense deben respetarse”.
Simon Coveney, canciller irlandés, condenó “las escenas impactantes y profundamente tristes en Washington, que representan “una agresión deliberada a la democracia por un presidente saliente y sus seguidores, que intentan revertir una elección libre y legítima”.
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, publicó en un tuit: “sigo con preocupación las noticias que llegan desde el Capitolio en Washington. Confío en la fortaleza de la democracia de Estados Unidos”.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, denunció “el asalto sin precedente contra la democracia de Estados Unidos” y pidió que se respete el resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, escribió en Twitter: “presenciar las imágenes en Washington ha sido un shock”.
Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), denunció las “escenas impactantes” y llamó a respetar el resultado de los comicios presidenciales que ganó el demócrata Biden.
Dmitry Polyanskiy, embajador adjunto de Rusia ante la ONU, tuiteó: “bastantes fotos al estilo Maidan vienen de (Washington) DC”, en referencia a las protestas en Ucrania que derrocaron en 2014 al presidente Viktor Yanukovich, apoyado por Rusia.
Turquía, aliado de la OTAN y que en ocasiones ha tenido dificultades con Washington, llamó a todas las partes en Estados Unidos a ser “moderadas” y “utilizar el sentido común”.
Stefan Lofven, primer ministro sueco, calificó los incidentes de “ataque a la democracia” y mencionó que “el presidente Trump y muchos miembros del Congreso tienen una gran responsabilidad en lo que está ocurriendo ahora. El proceso democrático de la elección de un presidente debe ser respetado”.
En el hemisferio, Justin Trudeau, premier canadiense, declaró: “seguimos la situación minuto a minuto. Creo que las instituciones democráticas estadunidenses son fuertes y espero que en breve todo vuelva a la normalidad”.
Jorge Arreaza, canciller venezolano, manifestó en un tuit: “Venezuela expresa su preocupación por los hechos de violencia que se están llevando a cabo en la ciudad de Washington, Estados Unidos; condena la polarización política y aspira a que el pueblo estadunidense pueda abrirse un nuevo camino hacia la estabilidad y la justicia social”.
Alberto Fernández, presidente argentino, repudió “los graves hechos de violencia y el atropello al Congreso ocurridos en Washington. Confiamos en que habrá una transición pacífica que respete la voluntad popular y expresamos nuestro más firme respaldo al presidente electo, Joe Biden”.
Jair Bolsonaro, el neofascista presidente brasileño, aliado de Trump, evitó criticar a los partidarios de su par estadunidense y se limitó a decir a periodistas: “estoy vinculado a Trump y él sabe cuál es mi respuesta. Fueron muchas las denuncias de fraude”.
Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente brasileño (2003-2011), aseguró que la invasión al Capitolio es una “alerta” de lo que puede pasar en Brasil si no se frenan el autoritarismo de Bolsonaro y sus milicias.
Los presidentes Iván Duque, de Colombia; Sebastián Piñera, de Chile; Lenín Moreno, de Ecuador, y Luis Lacalle Pou, de Uruguay, rechazaron, por separado, la violencia desatada en la capital estadunidense.
La Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Human Rights Watch se sumaron a las condenas.