Louisville. La ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky, despidió a otros dos policías involucrados en el allanamiento que costó la vida a la residente afrodescendiente Breonna Taylor, y anunció la contratación de la ex jefa de policía de Atlanta para encabezar el departamento luego de meses de agitación social por el fatal incidente.
Los despidos fueron anunciados ayer por funcionarios municipales momentos después de revelar su selección para encabezar el departamento. Erika Shields fue la elegida de forma unánime por un panel encargado de nombrar al nuevo titular de la policía, afirmó el alcalde Greg Fischer.
Será la cuarta persona en dirigir el departamento de policía de la mayor ciudad de Kentucky desde que Taylor fue muerta a tiros por la policía en su apartamento en marzo.
“Me comprometo a iniciar mi trabajo aquí enfocada en reconstruir la confianza de la comunidad, una confianza que pienso estaba erosionada antes de la muerte de Breonna Taylor”, y prometió, además, combatir la violencia en la ciudad con armas de fuego, la cual tuvo un récord en el número de homicidios, con 173 durante 2020.
“El año pasado ha mostrado que en la policía tenemos mucho por avanzar”, dijo Shields, quien comienza en su puesto el 19 de enero.
La confianza entre la policía y muchos en la comunidad afroamericana de la ciudad se dañó más desde la muerte de Taylor, que desató protestas durante meses, reformas policiales y el despido del veterano jefe policiaco Steve Conrad. Dos jefes interinos, incluso la primera mujer de color en dirigir el departamento, han servido desde el despido de Conrad en junio.
“Todos sentimos que la jefa Shields era la mejor persona”, aseguró David James, un ex policía de Louisville que ahora preside el concejo municipal.
Shields sirvió en la policía de Atlanta, Georgia, durante 25 años, incluso más de tres como jefa, puesto que concluyó en junio con su renuncia después de que policías de la ciudad mataran a tiros a un hombre afroamericano en el estacionamiento de un restaurante.
Shields dijo entonces que “se sentía asqueada” por la muerte de Rayshard Brooks. Ayer indicó que haberse quedado como jefa en ese lugar habría sido una distracción y que por ello decidió renunciar.