Nueva York. Frente a una crisis constitucional incluyendo a un presidente que rehúsa ceder la elección y reconocer el triunfo de su sucesor, un intento de golpe con el asalto al Capitolio, acusaciones de un fraude inexistente y de que todo es parte de un complot comunista, el presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris continuaron su camino hacia la Casa Blanca donde se instalarán el próximo 20 de enero.

Biden hoy, al presentar a más integrantes de su gobierno, abordó los eventos de ayer declarando una vez más que “terroristas domésticos” fueron los asaltantes del Capitolio, y responsabilizó directamente a Donald Trump, al señalar que todos sabían que algo así ocurriría. “Durante los últimos cuatro años hemos tenido un presidente que ha dejado claro su desdén por nuestra democracia, nuestra Constitución, y el imperio de ley en todo lo que hace. Ha desatado un asalto sobre las instituciones de nuestra democracia. Ayer fue sólo la culminación de ese ataque incesante”.

Después de que su triunfo fue certificado por el Congreso la madrugada de este jueves -el último paso formal antes de ser investidos en sus puestos, proceso constitucional interrumpido por fanáticos trumpistas instigados por su jefe quienes tomaron por asalto el Capitolio el miércoles- Biden completó el nombramiento de su nuevo gabinete.

Este jueves nombró al juez Merrick Garland como su procurador general de justicia, puesto que también es jefe del Departamento de Justicia, cuya nominación para juez en la Suprema Cortenco fue bloqueada por los republicanos en el último año del gobierno de Barack Obama.

Gina Riamnondo, gobernadora de Rhode Island, fue nominada para encabezar el Departamento de Comercio y Marty Walsh, alcalde de Boston y ex líder sindical, como secretario de Trabajo -será el primer sindicalista en ese puesto en casi medio siglo.

El gabinete ahora está compuesto por 10 hombres y cinco mujeres, y es uno de los más “diversos” en la historia, cumpliendo con la promesa de Biden de que su gabinete “se parecerá a Estados Unidos” -un visible contraste con el gabinete de Donald Trump. El único puesto de gabinete aún pendiente es jefe de la CIA.

Se ha buscado resaltar algunos nombramientos como “históricos”, como el del primer inmigrante nombrado como secretario del Departamento de Seguridad Interna (dentro del cual están la agencias encargadas de asuntos migratorios) en Alejandro Mayorkas, y Deb Haaland, la primera indígena como secretaria del Departamento del Interior, el cual está encargado de algunos de los asuntos más importantes para comunidades indígenas.

Con la noticia del triunfo demócrata en Georgia que entrega el control del Senado al partido de Biden, los nominados a puestos de gabinete de inmediato tienen mejores perspectivas para ser ratificados por la cámara alta -algo que no tenían hace sólo 48 horas.

Lo que se ha perdido en el caos de los últimos días es el hecho de que los demócratas ahora han conquistado el control del poder legislativo y el ejecutivo, en gran medida gracias a Trump.