Londres. Un aumento récord en la deuda pública a escala mundial afectará los mercados emergentes de manera desproporcionada y será motivo de preocupación que las naciones en desarrollo no se beneficien de tasas de interés más bajas, así como el peso del pago de la deuda, indicó Fitch Ratings.
La deuda soberana mundial se disparó en 10 billones de dólares a 77.8 billones o 94 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, a medida que los gobiernos aumentaron el gasto en salud y apuntalaron sus economías sacudidas por las consecuencias de la pandemia de coronavirus, calculó Fitch.
Tanto el aumento como los niveles de deuda están en una cota récord, escribió en un informe James McCormack, jefe de calificaciones soberanas de Fitch, quien agregó que el último tramo de 10 billones de dólares necesitó siete años para gestarse.
Y aunque la medida de la deuda pública con respecto al PIB –utilizada a menudo como un indicador aproximado de la sostenibilidad de la deuda– se situó en alrededor de 60 por ciento del PIB, tanto para los mercados en desarrollo como para los desarrollados, esto enmascara una divergencia en las tasas de interés para los dos grupos, señaló McCormack.
“No ha habido un ‘almuerzo gratis’ asociado con tasas más bajas para los soberanos de los mercados emergentes”, escribió.
La tasa de interés promedio sobre el total de la deuda de un gobierno ha caído de 4 a 2 por ciento durante la década reciente en los mercados desarrollados, según el informe. En los mercados emergentes, la tasa aumentó de 4.3 a 5.1 por ciento.
Fitch pronostica que los pagos de intereses de los gobiernos en los mercados desarrollados y emergentes convergerán para 2022 en torno a los 860 mil millones, a pesar de que la deuda del primer grupo es tres veces mayor que la del segundo.