La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, sostuvo que la investigación en contra del ex titular del Instituto de Vivienda Raymundo Collins no tiene tintes políticos y mucho menos es un asunto personal, sino que se trata de castigar los actos de corrupción en los que incurrió al frente del organismo.
Comentó que así ha ocurrido con otros servidores públicos de la anterior administración que están en reclusión, a los que tildó de “delincuentes”, al considerar que no se les puede llamar de otra manera. “Cuando se es corrupto se es delincuente, y eso se acabó en este gobierno. Es lo que ellos no alcanzan a entender”, puntualizó.
Subrayó que el ex funcionario está acusado de corrupción y tiene dos órdenes de aprehensión en su contra por mal uso de sus atribuciones en la autorización de dos desarrollos inmobiliarios, uno en Álvaro Obregón y otro en Iztapalapa, cuando estaba al frente del organismo de vivienda.
En el primer caso fue por el desfalco de más de 40 millones de pesos, que sin pasar por ninguna normatividad del Invi ni por la autorización de ningún comité fueron entregados por adelantado a una empresa para construir un edificio de departamentos de más de 70 metros cuadrados, cuando normalmente son de 50.
Añadió que tampoco se contaba con un padrón de beneficiarios, pero sí con una hoja que estaba inscrita en el expediente donde estaba dividido cuánto tocaba a cada servidor público del anterior gobierno por cada una de las viviendas.
Recordó que recientemente se supo que el ex funcionario tiene vehículos de lujo, lanchas, motocicletas y, que “yo sepa, fue servidor público por muchísimos años en el gobierno de la ciudad. Entonces, aquí no es un asunto político, ni personal ni nada”, insistió.
“Estamos contra la corrupción, sí, sí estamos contra la corrupción, así es y que quede bien claro”.
Sheinbaum recordó que cuando fue jefa delegacional de Tlalpan acudió a sus oficinas en el Invi para que se revisara el proyecto de vivienda en Rubí 38 porque había generado mucha oposición vecinal y tenía muchas irregularidades en su aprobación.
“Yo me había comprometido con los vecinos a revisarlo, es un desarrollo que inclusive todavía ahora se está disminuyendo en una parte muy importante el número de viviendas que estaban programadas ahí en Valle Escondido”, expresó.
Señaló que quizá para el ex funcionario el hecho de que una persona fuera a pedirle una petición ciudadana era algo a lo que él no estaba acostumbrado, porque sólo atendía negocios.
“Por cierto, me llamó mucho la atención la manera en la que estaba adornada su oficina, totalmente fuera de lo que normalmente se encuentra uno en una oficina, con tapetes persas”, concluyó.