El gobierno central y la alcaldía de Benito Juárez derribaron las paredes que formaban las seis canchas de frontón del parque público Rosendo Arnaiz, en Mixcoac, presuntamente para construir un Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares), justo a unas calles de dos centros culturales abandonados.
Un grupo de jugadores de frontón, que integran la Asociación de Amigos del Parque, anunciaron que presentarán una denuncia y acudirán a la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México porque no se realizó ninguna consulta que avalara dicha acción.
Denunciaron que, aprovechando el semáforo rojo en que se encuentra la ciudad por el alto registro de contagios de Covid-19 y cobijados por la noche, trabajadores de una empresa privada contratada por dichas autoridades ingresaron al lugar a la una de la madrugada del martes.
Con el apoyo de maquinaria y resguardados por alrededor de 150 policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en ocho horas acabaron con 80 años de tradición, de deporte y de un área donde se entrenaron deportistas que ganaron medallas en Juegos Centroamericanos.
En un recorrido, Luis Felipe Muñoz y Carlos Bernal, presidente y vicepresidente de la asociación, lamentaron que en menos de dos meses de expresar a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, su preocupación de que el área se privatizara, “nos enfrentamos a esto”
El 12 de noviembre se le dirigió una carta, porque dos meses y medio antes se presentaron trabajadores de la alcaldía para hacer un estudio de mecánica de suelo, los cuales siempre anteceden a construcciones de varios pisos, pero no se obtuvo respuesta.
Después de 13 años, sin embargo, las autoridades acabaron con un área emblemática del parque, ubicado entre las calles Andrea del Castagno, Miguel Ángel y las avenidas Revolución y San Antonio, en el barrio de Mixcoac.
En 2007, recordaron, se intentó destruir el frontón con argumentos falsos de narcotráfico, asaltos y suciedad, pues la intención era construir una plaza comercial, lo cual impedimos y “con nuestro dinero arreglamos las canchas y los baños, que este martes destruyeron”.
El parque está cerrado desde marzo pasado por la emergencia sanitaria, y pese a contar con áreas en desuso, como la cancha de futbol rápido o el módulo de policía, que costó 12 millones de pesos y desde hace cuatro años no funciona, se fueron contra el frontón.
La intención, de acuerdo con mantas colocadas en el lugar, es que se construirá un Pilares, cuando se tienen las casas de la Cultura La Pirámide y Gómez Farías, que están abandonadas.
Su intención de acabar con esta tradición deportiva “no se les va hacer a las autoridades, porque vamos a interponer una denuncia y acudir a Derechos Humanos, a fin de que se vuelvan a construir las canchas de frontón”, advirtió el abogado Héctor López Ibáñez.
Mientras, el cuidador de los baños que fueron demolidos exigió la entrega de la maquinaria que le fue arrebatada por los trabajadores de la empresa, quienes amenazaron a vecinos, como Juan, quienes trataron de impedir la destrucción de las canchas.