Ciudad de México. Al entregar juguetes a niños que en su mayoría fueron víctimas de violencia, sobre todo de abuso sexual, el grupo de mujeres que mantiene tomada una de las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) demandó que se termine con la impunidad en estos delitos así como en los casos de violencia feminicida.
Ericka Martínez, madre de víctima de abuso sexual y quien ha encabezado al grupo que desde hace cuatro meses tomó la CNDH, ubicada en el Centro Histórico, dijo que sólo con el cumplimiento de la ley se puede avanzar en combatir las agresiones que sufren diariamente niños y mujeres en el país.
La lucha para alcanzar justicia por su hija lleva tres años y el agresor sigue en libertad “y tal vez abusando de otros menores”, mencionó.
A la fecha, su caso está parado porque interpuso un amparo debido a que el juez a cargo “no aprueba las evidencias que han presentado mis abogados”, explicó.
Sobre la entrega de juguetes en el contexto del Día de Reyes, Martínez informó que esta acción se tomó para sumar esfuerzos con el fin de que los niños y niñas “se olviden un poco de las violencias que han vivido y ayudar a sus familias que por la pandemia de Covid-19 no pudieron traerles un regalo”.
Los alrededor de 200 juguetes donados fueron entregados a menores que viven en el llamado Okupa así como a vecinos y víctimas que acudieron para recibir estos artículos, entre ellos pelotas, carritos, muñecos, globos y carriolas.
Hasta el momento ocho mujeres y alrededor de 10 menores están refugiados en dicho espacio, donde reciben ayuda sicológica y acompañamiento para presentar las denuncias correspondiente, añadió Martínez.