Washington. Miles de seguidores del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunían este miércoles en el centro de Washington para realizar una demostración de fuerza en el día que el Congreso debe certificar su derrota en las elecciones de noviembre.
Desafiando las consignas sanitarias, partidarios del magnate republicano llegados de todo el país se aglomeraban sin mascarilla en el metro, en su camino por una capital que vuelve a resguardar sus vitrinas con barricadas por temor a posibles desperfectos.
El presidente saliente, que continúa sin admitir la victoria de su rival demócrata Joe Biden, anima desde hace días a sus seguidores a que se junten en Washington durante esta jornada que será "loca", según avanzó.
El propio Trump debe tomar la palabra ante sus fieles a las 11 horas locales (16 horas GMT) desde la Elipse, explanada situada al sur de la Casa Blanca, donde se espera que repita las acusaciones de fraude en las que insiste desde hace dos meses sin aportar pruebas.
Katherine Caldwell, de 61 años, y su marido han venido adrede desde Oregón, a cinco días de camino por carretera, para apoyarle en esta cruzada.
"Robaron la elección", "estoy totalmente segura", afirma a la AFP esta mujer que lleva un sombrero blanco de cowboy y agita una bandera roja con la inscripción "Trump es mi presidente".
Además, en las elecciones senatoriales celebradas la víspera en Georgia hubo "trampas", asegura, en referencia a los pronósticos que dan a los demócratas los dos escaños necesarios para retomar el control de la Cámara Alta.
"Utilizaron de nuevo máquinas fraudulentas, la gente en Georgia es corrupta", añade.
Otros asistentes portaban pancartas en las que se leía "Paren el robo", el grito de guerra de quienes están convencidos de que la elección del 3 de noviembre estuvo trucada, pese a las negativas de los tribunales y de los responsables electorales.