Sidney. El primer ministro de Australia, Scott Morrison, aseguró ayer que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, será “libre para volver” al país si las autoridades británicas retiran todos los cargos que pesan sobre él, un día después de que la justicia de Reino Unido rechazó su extradición a Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que seguiría buscando la extradición de Assange con fiscales listos para apelar el fallo ante un tribunal superior en Londres. “Bueno, el sistema de justicia se está abriendo camino y nosotros no somos parte de eso. Y como a cualquier australiano, se le ofrece apoyo consular y si, ya sabe, la apelación falla, obvio podría regresar a Australia. como cualquier otro ciudadano”, dijo Morrison a la estación de radio local 2GB.
John Shipton, padre del activista, pidió a Nueva Zelanda dar asilo a su hijo, confirmaron fuentes legales. El abogado Greg Barns, asesor de la campaña en Australia en favor de la liberación de Assange, aceptó que Nueva Zelanda es una opción de asilo y también destacó la oferta de México efectuada el lunes.
En tanto, Nilz Melzer, relator especial de la Organización de Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos o castigos crueles, dijo: “El señor Assange debe ser puesto en libertad de inmediato, rehabilitado y compensado por el abuso y la arbitrariedad que ha sufrido. Incluso con una apelación pendiente, su aislamiento continuo en una prisión de alta seguridad es completamente innecesario y desproporcionado. No hay justificación alguna para impedirle esperar el juicio final en un entorno donde pueda recuperar su salud y vivir una familia normal y vida profesional”.
Vanessa Baraitser, jueza de distrito del Reino Unido, dictaminó el lunes que no extraditará a Assange a Estados Unidos, al citar razones de salud y el riesgo de suicidio, pero no lo liberó de la prisión de alta seguridad de Belmarsh, donde está detenido.
La magistrada convocó a una audiencia para hoy, en la que se abordará la posibilidad de conceder la libertad condicional al periodista.
La justicia estadunidense reclama a Assange para juzgarlo por un cargo de conspiración para infiltrar sistemas informáticos gubernamentales y otros 17 por supuestos delitos de obtención y difusión de información confidencial en violación de la ley de Espionaje, relacionados con la publicación en Wikileaks, a partir de julio de 2010, de cientos de miles de documentos secretos del Pentágono y el Departamento de Estado, que podría costarle hasta 175 años de prisión.