Brasilia. El presidente brasileño Jair Bolsonaro aseguró ayer que Brasil está “quebrado” y que no hay nada que él pueda hacer. “Jefe, Brasil está quebrado y yo no consigo hacer nada”, le respondió el mandatario neofacista a un simpatizante a las puertas del palacio de la Alvorada en esta capital, su residencia oficial, informó el diario Folha de Sao Paulo.
Bolsonaro puso de ejemplo su intención de hacer cambios en el impuesto sobre la renta, proyecto que no prosperó, y culpó en parte a la pandemia de coronavirus y a la prensa. En numerosas ocasiones, el presidente brasileño ha minimizado la gravedad de la enfermedad llamándola “una gripecita”. Afirmó: “Está ese virus, potencializado por esa prensa que tenemos, esa prensa sinvergüenza; es un trabajo incesante de intentar desgastar para echarnos de aquí (del gobierno) y atender intereses de los medios”, criticó el presidente. Bolsonaro suele culpar a la prensa, al Congreso Nacional o al Tribunal Supremo de poner obstáculos que le impiden gobernar.
Por otra parte, la economía de Brasil probablemente crecerá 3 por ciento en este año y menos el próximo año, informó ayer el Banco Mundial (BM), debido a que el estímulo se desvanece mientras el país trata de recuperar la producción perdida durante la pandemia.
El pronóstico del BM para el producto interno bruto de Brasil en 2021 es .8 puntos porcentuales, más alto que en su previsión de junio, pero no lo suficiente como para compensar la probable caída de 4.5 por ciento en 2020, en el país con más muertes por Covid-19 a excepción de Estados Unidos.