Con la antología ¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso y lo divino se convierta en cosa humana, que reúne poemas publicados en 150 libros, la editorial Vaso Roto celebra 15 años de publicar, principalmente, poesía.
María Fuentes, editora del sello independiente asentado en México y España, explica en entrevista que la selección de poemas recién publicada tiene “un discurso coherente dentro del libro. Un poema dota de significados al anterior y al siguiente. Es un libro de libros, de poemas; se está construyendo un poema enorme, que es el de la historia de Vaso Roto”.
Refiere que la editorial surgió en 2005 en Monterrey, cuando su fundadora, Jeannette L. Clariond, “apasionada de W. S. Merwin, se dio cuenta de que el lector hispanohablante no podía acceder a sus obras fundamentales si no era a través de la edición en inglés. Para suplir esa laguna, creó Vaso Roto.
“La filosofía fundamental del sello es acercarle al lector hispanohablante poesía, da igual el país del que proceda. Ninguna lengua tiene que ser una barrera. Siempre se va a buscar al mejor traductor y siempre se va a buscar la poesía en ediciones bilingües para rescatar el espíritu.”
La selección de poemas para ¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso “ha ido enfocado a eso. Nos conocemos al dedillo los libros. Jeanette más que nadie, y su afinidad personal en la elección de poemas es la que construye es-te libro”.
María Fuentes destaca: “En nuestro catálogo son alrededor de 320, pero este libro celebra nuestra colección fundamental, que es la de poesía. En ella hemos llegado a 150 títulos en 15 años. En una editorial pequeña, independiente y de poesía, el género no comercial por excelencia, es todo un logro que hayamos llegado a esa cantidad”.
Algunos de los autores reunidos, refiere la editora, son Ocean Vuong, “un ejemplo paradigmático porque no se conocía ni en América Latina ni en España y ahora se ha ido a una gran editorial”, Hugo Mujica, Tracy K. Smith, Chantal Maillard, Piedad Bonnett, Charles Simic, Adonis y María Negroni; además de poetas en rumano, esloveno, polaco y japonés. También incluye a los mexicanos María Baranda, Ricardo Yáñez, Christian Peña y Myriam Moscona, entre otros.
Fuentes relata que el título está vinculado con el nombre de la editorial Vaso Roto, “por la coincidencia de dos poemas. Uno es el de Hölderlin: Oh, dejad que ella luego rompa el vaso, para que no sirva en otro uso, y lo divino se convierta en cosa humana y El vaso roto, de James Merrill.
“Está muy influido por la tradición cabalística y es una metáfora muy bonita porque significa que aunque el vaso se rompa, se destruya en mil cristales, cada uno sigue reflejando la luz de mil formas diferentes. Eso es lo que pretende Vaso Roto.”
María Fuentes sostiene que si bien la pandemia ha sido trágica en todos los sentidos, “nos hemos dado cuenta de que con el encierro los valores predominantes de la sociedad, como la competitividad y el seguir siempre hacia adelante, dejaron de tener sentido de un día para otro. Las personas buscaron géneros y obras más reflexivas, que supusieran una interioridad y ayudaran a la autorreflexión. Ahí entra la poesía. Indirectamente, este año ha sido muy poético”.