Washington. Estados Unidos emitió ayer una disposición especial respecto de las sanciones a Venezuela, con la cual reafirma su apoyo al opositor Juan Guaidó, líder parlamentario a quien desde hace dos años considera presidente interino de ese país sudamericano.
La licencia general 31A, emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, permite a estadunidenses participar en transacciones prohibidas por las sanciones estadunidenses contra el gobierno de Nicolás Maduro siempre y cuando involucren a la Asamblea Nacional instalada el 5 de enero de 2016, así como a su actual jefe, Guaidó, o a quienes éste disponga.
La norma “no autoriza” toda actividad en la que participe tanto la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela –convocada en 2017 por Maduro con poderes absolutos en contraposición al parlamento de mayoría opositora–, como la Asamblea Nacional surgida de las elecciones del 6 de diciembre, que debe asumir hoy al concluir el mandato constitucional de la Legislatura en la que estaba Guaidó.
Maduro, en el poder desde 2013, recobró el mes pasado el control del Poder Legislativo, que el chavismo perdió en 2015, en unos comicios boicoteados por Guaidó y marcados por una abstención de 69 por ciento.
Washington, que desconoce la relección de Maduro en 2018, incrementó las sanciones económicas y la presión diplomática contra Caracas en enero de 2019, cuando reconoció a Guaidó como presidente interino, a lo que se sumaron medio centenar de países.
“Continuaremos con el apoyo a la Asamblea Nacional, al presidente interino Juan Guaidó, y al pueblo venezolano en su búsqueda por restaurar la democracia”, afirmó el secretario de Estado, Mike Pompeo, vía Twitter.
En una serie de publicaciones, Pompeo insistió en la estrategia de Washington para propiciar la salida del poder de Maduro. “Hay que mantener la presión sobre Maduro. El apaciguamiento sólo envalentonará a su cuadrilla criminal”, afirmó.
Exportaciones de crudo se desploman en 2020
En tanto, Reuters publicó un amplio reportaje en el que señala que las exportaciones de petróleo de Venezuela se desplomaron en 376 mil 500 barriles por día en 2020, según datos de Refinitiv Eikon y documentos internos de la estatal PDVSA, golpeada por las sanciones de Estados Unidos. También fueron sancionados los propietarios de tanques que aún transportan petróleo venezolano y se limitó el suministro de combustible a la nación sedienta de gasolina.
Las exportaciones de crudo y productos refinados cayeron 37.5 por ciento en 2020 a 626 mil 534 barriles por día, el nivel más bajo en 77 años. La caída fue mayor para las importaciones de combustibles, que retrocedieron 51 por ciento respecto de 2019, a 83.780 barriles, según los datos.