Familiares de pacientes que requieren tratamiento de hemodiálisis se manifestaron en la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Guerrero y en Poza Rica, Veracruz, para denunciar la mala atención que reciben por parte de la institución en ambos estados.
Por cuarta ocasión en cinco días, unos 60 enfermos renales se concentraron a las nueve de la mañana de este lunes frente a la delegación del IMSS en Acapulco, Guerrero, en la avenida Cuauhtémoc, donde gritaron: “¡Corrupción, corrupción! ¡Por dinero se vendieron!” y exigieron a autoridades del instituto que sea en la clínica especializada Fresenius donde se realice la hemodiálisis y no en el hospital Santa Lucía. Incluso solicitaron que sea el propio IMSS el que otorgue el servicio
Los afectados acusaron que dicho nosocomio carece de personal capacitado y de insumos adecuados para el tratamiento de pacientes renales.
En tanto, la presidenta de la Asociación de Enfermos Renales del Estado de Guerrero, Miriam Fajardo de los Santos, expresó que “el hospital Santa Lucía no tiene capacidad para atender a tantos pacientes, ni las condiciones sanitarias adecuadas”.
En Poza Rica, Veracruz, familiares de pacientes de hemodiálisis protestaron por falta de atención en el hospital regional de aquella ciudad del norte de la entidad.
Aseguraron que la empresa Gyfit, SA, a la cual la Secretaría de Salud concesionó el servicio y cuya unidad opera dentro del hospital regional, suspende las sesiones sin aviso.
Detallaron que más de 30 personas requieren de ese procedimiento, pero desde hace más de seis meses han padecido un mal servicio, por lo cual demandaron a la Secretaría de Salud de Veracruz que intervenga, investigue a la empresa y, de ser necesario, le quite la concesión.