Mexicali, BC., En el puerto de San Felipe exigen justicia por lo que consideran asesinato del pescador Mario García Toledo por el choque con un barco de la organización ambientalista Sea Shepherd.
Cooperativistas advirtieron que este incidente es consecuencia de criminalizar la pesca, del programa de cero tolerancia en el Alto Golfo de California, de la presencia de “supuestos ambientalistas” y de la inacción de las autoridades federales.
En un video difundido en redes sociales se observa que el barco Farley Mowat destruye una panga y deja heridos a dos pescadores. Sin embargo, los ambientalistas aseguraron que la lancha “se les atravesó”.
Las familias aseguran que la embarcación de Sea Shepherd “mató a un trabajador del mar y dejó a otro a punto de morir” y que es evidente que los activistas los vieron y a pesar de ello mantuvieron la velocidad e incluso viraron a la izquierda para embestir a la panga.
De manera intencional, agregaron, el barco “se va hacia la trayectoria de la panga hasta pegarle, lo cual lo hace un asesinato premeditado de un pescador en el mar; ojalá no sean dos”.
La Secretaría de Salud de Baja California confirmó la muerte de uno de los heridos la tarde del domingo en el Hospital General de Mexicali. El pescador presentaba fracturas de cadera y pelvis, así como lesiones en la vejiga. En el reporte inicial se indicó que el otro herido tiene perforado un pulmón.
El pescador muerto fue identificado como Mario García Toledo, El Canelo o El Güero, de 56 años de edad, nativo del puerto de San Felipe, quien se distinguía por capturar “sólo lo necesario, sin excederse”, de acuerdo con vecinos.
Se arroga funciones de las autoridades
Encabezada por Paul Watson, la Sociedad de Conservación Sea Shepherd (pastor del mar) es una escisión de la organización ambientalista Greenpeace.
Desde hace tres años, Sea Shepherd se instaló en el Alto Golfo de California para defender el polígono que definió el gobierno mexicano para la protección de la vaquita marina, por lo que persiguen las pangas de los pescadores, les arrojan chorros de agua y les quitan artes de pesca, ante la indiferencia de autoridades federales.