En medio de la espesa y pandémica niebla que cubre al país, el Festival de Jazz de la Riviera Maya se llevó a cabo por primera vez de manera virtual. Ante la imposibilidad de invitar músicos extranjeros y echando mano del ya cotidiano recurso de streaming, en la 17 edición de esta fiesta se dieron cita proyectos tan sólidos y propositivos como el de Pepe Hernández, el cuarteto de Diego Maroto, Xamán, además del sorpresivo regreso de Aguamala.
Fernando Toussaint (1957-2017) se fue del planeta dejando un enorme hándicap para la continuidad del Festival de Jazz de la Riviera Maya y del grupo Aguamala, dos de sus grandes creaciones a las que había dedicado los últimos 14 años de vida. El festival continuó bajo la batuta de Darío Flota (jefe de Fernando en el Consejo de Promoción Turística) y Aguamala regresa con sus tres integrantes originales y con Rodrigo López (todavía de 19 años) en la batería.
Buscamos a Luis Ernesto López para saber los detalles y el bajista nos dijo: “Bernardo (Ron) y yo teníamos la inquietud de continuar con el camino de Aguamala. Los dos teníamos el grupo Señor Vitalis, un proyecto más funky, una especie de taller de impro.
“Para reintegrar Aguamala teníamos que platicar con Enrique (Pat), porque ya no vive en Playa del Carmen, sino como a cuatro horas de este lugar, en Tzulá. Al principio él no estaba muy convencido porque cubrir la silla que dejó Fer no era muy sencillo. Pero de repente voltearon a ver a mi hijo Rodrigo... yo no lo había propuesto porque me hubiera visto poco objetivo.
“Desde que escuché a Rodrigo, te comenté que tenía cierto acercamiento al estilo de Fernando.”
Sí, pues lo había escuchado toda la vida, se sentaba junto a la batería a oírlo y Fernando lo consentía. Bernardo dijo: “Rodrigo le está echando muchas ganas y, además, de alguna manera le toca”. Fer lo había apadrinado desde los 4-5 años y en 2015 le regaló su batería Ludwig, que le habían diseñado especialmente.
“Fernando hablaba mucho de la muerte, era un tema que le venía mucho a la cabeza; en algún momento me dijo que le emocionaba mucho que Rodrigo tuviera su batería, porque Rodrigo se iba a quedar en su lugar.”
¿Cómo se sintieron en esta primera presentación?
“La verdad, muy bien. Yo, como bajista, te puedo decir que después de Fer, es mi baterista favorito. No digo que sea mejor que otros, pero él y yo tenemos una conexión muy fuerte.”
Para cualquier género es fundamental que bajo y batería hagan lo mejor posible esa mancuerna que sirve de plataforma al grupo.
“Así es, claro. Y con él me adapto muy bien; escucha mis pensamientos, cuando voy a hacer algo, lo refuerza. Igual yo a él.”
¿Y piensan montar nuevo repertorio?
“Estamos empezando a trabajar cosas nuevas. Kike ya mandó una propuesta, Atouss, que es algo dedicado a Toussaint, y estamos trabajando en eso. El problema es que nos vemos poco para montarla, pero espero que pronto pasen estos problemas de salud y podamos viajar más fácil. Él vive en Tuzulá, donde no hay un solo contagio de Covid, y es muy riesgoso salir de allá. Para el festival, los cuatro nos vimos 8-9 veces a fin de montar el repertorio.”
¿Y las actividades alternas del festival, las propuestas por el municipio, ¿qué tal resultaron?
“Muy bien, muy padre. El motor de todo fue esa alianza entre el municipio y el Consejo de Promoción Turística de la Riviera Maya, responsable del festival principal, el de Playa Mamitas, y ahora el respaldo de la Secretaría de Cultura federal a través del programa Pro Fest.
“Fueron 65 actividades. La pandemia no nos permitió hacer todo con el público que queríamos. Hubo poco público. Realmente fueron transmisiones por Internet desde diferentes plataformas.
“Una de las metas era darle continuidad al festival, por supuesto, pero, sobre todo, era tener esa posibilidad de beneficiar económicamente a los artistas, a los músicos, para paliar un poco su economía. Nada más de Playa del Carmen fueron 120 músicos participantes. Aparte de eso, estuvo la conferencia que diste sobre la historia del jazz. Erik Montenegro dio una plática muy padre sobre la relación de los medios de comunicación entre la música y el jazz. Tuvimos clases magistrales con Enrique Toussaint y con Pancho Lelo de Larrea.”
(continuará)