Madrid. Al menos 2 mil 170 personas migrantes murieron durante 2020 en las rutas de acceso a España en un total de 88 naufragios, 143 por ciento más que en 2019, cuando fueron 893 víctimas, según un informe del colectivo Caminando Fronteras titulado Monitoreo del derecho a la vida 2020.
“Estas cifras son una vergüenza”, declaró la portavoz de Caminando Fronteras, Helena Maleno, en una rueda de prensa para presentar los datos, resultado de un análisis exhaustivo junto a comunidades migrantes, servicios de rescate, redes de familiares y defensores de derechos humanos. Además, del total de fallecidos, 2 mil 82 personas están desaparecidas y sólo han sido recuperados 88 cuerpos.
“También es vergonzoso el porcentaje de desaparecidos, pues 95 por ciento de los cuerpos no aparece”, señaló Maleno.
La ONG hace hincapié en la reactivación este año de la ruta canaria, con mil 851 víctimas en 45 naufragios, una situación en la que ha influido, según Maleno, el “desmantelamiento de los servicios de rescate, la situación geográfica, pero también la falta de coordinación entre los distintos estados”.
En 2020, a los tradicionales factores que empujan a los migrantes a embarcarse en una patera, como la pobreza, las guerras o la desestabilización política, se ha sumado otro factor “determinante”, como la pandemia de Covid-19, pues causa mayor empobrecimiento, añadió la portavoz de la ONG. Asimismo, el coronavirus ha sido un factor estigmatizante para los migrantes que han sido “señalados” como transmisores.
Las 2 mil 170 víctimas mortales procedían de 15 países, entre ellos Marruecos, Argelia, Senegal, Mauritania, Guinea Bissau, Guinea Conakri, República Democrática del Congo y Camerún. Además, llaman la atención tres países por su lejanía: Islas Comoras, Bangladesh y Sri Lanka.