En seis años de operación del Fondo de Innovación 100 mil Strong Americas, México es el país líder que más apoyos económicos ha obtenido a través de esta iniciativa de educación hemisférica que impulsa alianzas con universidades de Estados Unidos para crear y aplicar nuevos programas de intercambio académico y capacitación.
Desde su arranque en 2014, y hasta diciembre de 2020, este proyecto ha otorgado 243 subvenciones (de entre 25 mil y 35 mil dólares cada una) a equipos conformados por 495 universidades e instituciones en 25 países de América Latina y el Caribe –la mayoría mexicanas– y en 49 estados de Estados Unidos.
De acuerdo con información difundida por la embajada de Estados Unidos en México, hasta ahora se han otorgado recursos a instituciones de educación superior de 20 entidades del país en alianza con 27 de estados estadunidenses que se benefician de 71 subvenciones que favorecen a estudiantes y profesores en ambos países.
“Las alianzas del Fondo de Innovación proporcionan acceso crítico a los estudiantes para participar en programas de capacitación e intercambio académico hechos a la medida y para trabajar en equipos para resolver problemas del mundo real, realizar investigaciones y adquirir habilidades técnicas que la fuerza laboral requiere hoy en día”, detalló la delegación diplomática.
En 2020 fueron 22 las universidades de estadunidenses y mexicanas que accedieron en 11 alianzas a estos fondos (25 mil dólares cada una), gracias al patrocinio este año de las fundaciones de Banorte y Gruma, y la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El Fondo de Innovación 100K Strong in the Americas es la colaboración del sector público-privado del Departamento de Estado, las embajadas de Estados Unidos y Partners of the Americas, que colaboran conjuntamente con compañías, fundaciones, gobiernos regionales y redes académicas para apoyar y aumentar las alianzas en la educación superior entre el país del norte y el resto del hemisferio occidental.
Su objetivo es “inspirar” a las universidades e instituciones de educación superior estadunidenses a trabajar con sus pares en América Latina y el Caribe para crear nuevos programas de intercambio y fortalecer la cooperación regional.