En la historia de la humanidad, 2020, que tuvo su fin dos días atrás, será recordado como el año de la pandemia, no sólo durante el resto del siglo XXI, sino durante todo el milenio y quizá también en los que le sigan; varias razones hay para ello, no obstante que a lo largo del milenio anterior sucedieron epidemias terribles, como la que ocurrió en la década de 1440 que azotó a Italia y reinos vecinos, al igual que la de la viruela en América, con la llegada de los conquistadores españoles, y más recientemente, las sucesivas epidemias de viruela alrededor del mundo, al igual que la gripa española, que a partir de 1918 y durante toda la década de 1920 infectó a más de 500 millones de personas, matando a más de 50 millones de seres humanos.
La primera de estas razones ha sido la terrible crisis financiera generada por esta pandemia que ha golpeado la economía de numerosas naciones en todo el mundo, como consecuencia directa de la globalización económica. La segunda se debe a su velocidad de transmisión y crecimiento, debido éste a la existencia de decenas de aerolíneas cuyos aviones han permitido viajar a millones de pasajeros alrededor del planeta, muchos de los cuales han llevado el virus de unos países a otros y de algunas regiones a otras en cuestión de horas, mientras hace un siglo los viajes de unas naciones a otras se realizaban principalmente por barcos y ferrocarriles y podían tomar varios días y en algunos casos semanas, además de que el número de pasajeros era pequeño, comparado con los volúmenes actuales de viajeros.
Mas no todas son razones negativas, algunas, por el contrario, serán recordadas como logros incuestionables de carácter histórico. Así, mientras en la Edad Media era muy poco lo que los seres humanos podían lograr mediante sus rezos y lamentaciones, y en el siglo XIX, el desarrollo de vacunas para combatir las epidemias requería de procesos que llegaban a durar décadas, en el caso de la epidemia del Covid-19 el periodo para el desarrollo, pruebas y certificaciones de varias de ellas ha tomado menos de un año, lográndose también que el porcentaje de fallecimientos haya sido reducido a menos de 3 por ciento a escala mundial y de 10 por ciento en los países más pobres, porcentajes significativamente menores a los causados por otras enfermedades transmisibles en siglos anteriores.
Adicionalmente, los avances médicos realizados en torno a la enfermedad y a las secuelas que ésta deja en el sistema respiratorio están resultando de gran trascendencia para el tratamiento de otras enfermedades que afectan al sistema respiratorio de los seres humanos.
Mas no todos los adelantos que se dieron en 2020, han sido exclusivos de la medicina, otros igualmente importantes han sido los que se dieron en las actividades administrativas y operativas de empresas e instituciones de gobierno, a partir de las necesidades que surgieron a lo largo del año que recién finalizó, para poder seguir operando sin requerir contacto directo de su personal, lo cual se sabía ya que era posible mediante las plataformas de comunicación a través de Internet y telefonía celular, pero que sólo las empresas tecnológicas lo aplicaban de manera cotidiana. Fue así como cientos y después miles de empresas y oficinas gubernamentales en diversas partes del mundo comenzaron a replicar estas prácticas, comprendiendo pronto su importancia, al grado de que muchas de ellas tomaron la decisión de ocupar oficinas para dejar que sus empleados y directivos trabajaran desde sus casas, generándose así una revolución que esta teniendo como efectos directos la disminución del tránsito en las ciudades y de pasajeros en vuelos comerciales para asistir a reuniones presenciales que ahora son innecesarias.
Algo similar está sucediendo en la educación de un buen número de naciones, en las que los estudiantes pueden recibir sus clases en sus casas, sin necesidad de ir a las escuelas, si bien aquí es necesario observar que para muchos estudiantes, esta nueva modalidad puede generar conductas que dificulten sus niveles de atención y comprensión, problemática que seguramente habrá de ser resuelta en los próximos meses, mediante la capacitación de los profesores para enfrentar tal problemática. En este campo, nuestro país ha sido ha sido un líder, gracias al establecimiento de miles de telesecundarias desde la década de los 80 del siglo pasado, con la creación del sistema de telesecundarias, seguida de los telebachilleratos, establecidos en varias entidades una década después.
Con un pensamiento un tanto optimista, podríamos pensar en que en el futuro la educación primaria, secundaria y de bachillerato se pueda realizar de una manera totalmente diferente a la que conocimos de siempre, incluso con la desaparición de las escuelas y la utilización de esos recursos en la dotación de equipos de cómputo para toda la población estudiantil y con el desarrollo de una infraestructura tecnológica de Internet con cobertura nacional, como la que hoy tienen las naciones más desarrolladas del orbe.
Sin embargo, hay un avance quizá más importante aún: desde décadas pasadas y por primera vez en la historia, diversas organizaciones ecologistas de todo el mundo, comenzaron a alertar a la población y a los gobiernos de los diversos países del mundo, sobre los inminentes riesgos de destrucción de la vida entera del planeta, a partir de las acciones irresponsables de empresas y organismos gubernamentales, sin lograr mayores resultados, siendo ahora la primera vez que la humanidad, o por lo menos una parte de ésta, se ha podido percatar que el peligro es real.