La Habana., Los cubanos se despidieron del peso convertible este viernes, poniendo fin a 25 años de doble circulación monetaria, pues el gobierno sólo emitirá pesos cubanos. El también llamado CUC o popularmente chavito, comenzó a emitirse en 1994 en paridad con el dólar estadunidense para contar con una moneda fuerte y afrontar la crisis derivada de la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, generó confusiones en las cuentas nacionales haciéndolas poco transparentes, pues implicó varias tasas cambiarias.
“Adiós al CUC. El famoso ‘día cero’ de la unificación monetaria y cambiaria ya está marcado en el almanaque nacional”, publicó este viernes el portal oficial Cubadebate, dando confirmación al anuncio difundido por las autoridades desde diciembre.
Había diferentes tasas de CUC que podían oscilar entre 12 y 24 por dólar dependiendo si se cotizaba para eran empresas importadoras, contratistas de personal para empresas mixtas o para particulares. En los años recientes hubo reiterados rumores sobre la eliminación del CUC, una moneda a la que los cubanos acudían para completar las necesidades de consumo básica, pero que al estar en paridad con el dólar elevaban los costos de su vida depreciando salarios que se pagaban en pesos cubanos o CUP. El dólar estadunidense tendrá un tipo de cambio de 24 pesos cubanos por unidad.
“Estas reformas estaban identificadas como imprescindibles desde hace mucho tiempo”, escribió en su blog el economista cubano y profesor en la Universidad Javeriana de Cali Mauricio de Miranda. Pero lo implementado hasta ahora “afecta a la esfera de la circulación, pero no asegura un aumento de la producción de bienes y de servicios, y su insuficiencia es el principal problema que tiene la economía cubana”, señaló De Miranda, para quien se hace necesario permitir mayor iniciativa privada empresarial.
Seguirán operando en el país tiendas que reciban pagos en divisas extranjeras mediante tarjetas, con el propósito de forma captar monedas fuertes.
Alza a bienes básicos
Las autoridades anunciaron la semana pasada centenares de resoluciones y decretos para reorganizar el sistema monetario, desde el alza a los salarios y mejoras a la seguridad social, pero también mayor carga tributaria y a tarifas de servicios e incrementos a productos básicos. Lo que no subió fueron las medicinas para enfermedades crónicas o la leche para los niños.