Londres. El Manchester United derrotó 2-1 a un correoso Aston Villa, ayer en la fecha 17 de la Liga Premier de Inglaterra, e igualó en puntos en la tabla con el líder Liverpool, que suma 33 unidades.
Los Diablos Rojos no ocupaban esa posición privilegiada en la clasificación a estas alturas de la temporada desde la mar-cha del emblemático técnico Alex Ferguson, en 2013.
El conjunto de Old Trafford ya vivió buenas rachas en su pasado reciente, con Ole-Gunnar Solskjaer en el banquillo. Pero es la primera vez en casi ocho años que el club más poderoso de Inglaterra comparte el liderato con la temporada tan avanzada.
Por el momento, el Liverpool cuenta con una mejor diferencia de goles y sólo el tiempo dictaminará si el United puede aguantar la presión de pelear por el título hasta el fi-nal de curso, pero sus 10 victorias en 16 partidos hablan por sí mismas.
Ante un equipo muy bien organizado, el Manchester United creó las mejores ocasiones en el primer acto, por medio del portugués Bruno Fernandes (a los minutos 2 y 37), el francés Anthony Martial (11), el brasileño Fred (16) y el también galo Paul Pogba (25), quien poco a poco retoma su estatus de titular.
El primer gol llegó poco antes del descanso, con un remate de cabeza de Martial a centro de Aaron Wan-Bissaka, al minuto 40.
Liderado por un inspirado Jack Grealish, el Aston Villa igualó por conducto del burkinés Bertrand Traoré, al 58.
Poco después, al minuto 61, un penal sobre Pogba permitió a Bruno Fernandes establecer el 2-1 definitivo al batir al arquero argentino Emiliano Martínez. El luso sigue justificando su fichaje el pasado verano y suma 15 goles esta temporada.
Una buena atajada del español David de Gea en los últimos compases del choque a disparo lejano de Matthew Cash impidió el empate del Villa.
Horas antes, el Everton de Carlo Ancelotti desperdició la ocasión de colocarse segundo provisionalmente al perder 1-0 en Goodison Park ante el West Ham, en el primer partido de la Liga Premier en 2021.
La derrota plantea nuevas dudas sobre la capacidad real de los Tofees para luchar por objetivos ambiciosos. El segundo club de Liverpool había ganado sus cuatro últimos partidos del 2020, ante Chelsea, Leicester y Arsenal, pero la calidad de juego dejaba qué desear.
Más allá del mal resultado ante el West Ham (10º), el Everton no logró imponer su juego. Aaron Cresswell (a los minutos 30 y 62), Declan Rice (55) y el español Pablo Fornals (64) ya habían alertado al arquero Jordan Pickford antes de que Toma Soucek (86) desviara al fondo de la red un disparo de Cresswell.
Esta derrota ante un equipo que sumaba cuatro fechas sin ganar deja al Everton en el cuarto puesto con 29 puntos, a cuatro de los dos líderes.
En tanto, el delantero nigeriano del Nápoles Victor Osimhen dio positivo en coronavirus en su regreso a Italia, confirmó ayer el club.
El jugador de 21 años causó baja desde finales de noviembre por una lesión en el hombro sufrida en las eliminatorias para la Copa de África con Nigeria, y dio positivo a su regreso de Bélgica, a donde el equipo le autorizó acudir para proseguir su rehabilitación.