Sídney. La Ópera de Sidney da este sábado los toques finales para preparar lo que se anuncia como un deslumbrante espectáculo, al presentar por primera vez desde marzo una ópera con asistencia de público.
La Viuda alegre se estrenará el martes para un público que deberá emplear máscara y llenará el 75% del aforo de la Casa de la ópera, como una señal de esperanza para la industria de las artes escénicas, que se encuentra paralizada por la pandemia, dijo a la AFP Lyndon Terracini, el director artístico.
"Regresar al teatro fue un momento muy emotivo para todos los participantes", dijo.
"Creo que a lo largo de este año, otros teatros de ópera abrirán muy pronto y la gente volverá al teatro con un sentido de esperanza".
Gracias al éxito de Australia en la supresión del virus, se ha permitido durante meses la asistencia de público en el interior de lugares cerrados, incluida la Ópera de Sídney, en la ciudad más poblada del país.
Pero cuando los artistas están preparado su noche de estreno, un brote en la ciudad obligó a las autoridades a endurecer las restricciones. Por eso, se decretó que se deberán usar máscaras en el transporte público y en muchos lugares cerrados a partir de la medianoche del sábado.
El brote de más de 180 casos surgió por primera vez en diciembre en el noreste de Sídney, y desde entonces ha provocado otros focos de propagación, incluso en Melbourne.
Algunas áreas de Sídney permanecen cerradas y las autoridades han sugerido que se podrían necesitar más restricciones para frenar la propagación del virus, lo que podría incluir cambios para el público durante las actuaciones en interiores.
Julie Lea Goodwin, quien lidera el programa junto con Alexander Lewis, dijo que estaba encantada de volver a actuar, pero después de una pausa de nueve meses la incertidumbre de la pandemia todavía acecha.
"No tengo idea de lo que nos espera", dijo Goodwin.
Australia ha registrado más de 28 mil 400 casos del virus y 909 muertes relacionadas con Covid-19 en una población de aproximadamente 25 millones.