Ciudad de México. En medio de la crisis que enfrenta el mundo por la pandemia del Covid-19, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que 2020 “ha sido un año de dolor, de luto y de tristeza”; no obstante confió en que el próximo “sea mejor”.
En un mensaje con motivo de Año Nuevo, el vicepresidente de la CEM, Carlos Garfias Merlos, indicó que la pandemia evidenció que en cada aspecto de la vida social, política y económica, las acciones y decisiones que se tomen deben tomar en cuenta a las futuras generaciones y concentrarse en el bienestar común.
“La pandemia nos muestra que ningún Estado nacional aislado puede asegurar el bien común de la propia población”, señaló.
Asimismo Garfias Merlos llamó a reforzar la cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que “suele prevalecer hoy en día”.
En este sentido, recordó que el respeto a la dignidad es fundamental para los derechos humanos, así como para los deberes, como la responsabilidad de acoger y ayudar a los pobres, a los enfermos y a los marginados.
Por su parte, en un videomensaje el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, deseó un 2021 de “mucho entusiasmo”, y confió en que será “tiempo de mucha salud, un año mejor para todos sin excepción. Que los pobres tengan trabajo y que aquellos que sufren tengan salud”.