Ciudad de México. Con el despido de entre 90 y 100 empleados de la Fonoteca Nacional por el recorte presupuestal para 2021, al recinto se le da “el tiro de gracia” y queda “en estado de coma”, señalaron los afectados, quienes se organizaron en una agrupación llamada Colectivo de Trabajadores Capítulo 3000 de la Fonoteca Nacional de México.
En una carta pública demandan a las autoridades de la Secretaría de Cultura federal (SC) una “urgente aclaración de esta situación, así como la continuidad de nuestros empleos”, e hicieron un llamado a la solidaridad de sus colegas archivistas, preservadores, expertos y profesionales en la materia de instituciones afines, coleccionistas, investigadores, usuarios y público en general para que los apoyen.
En entrevista, trabajadores de la Fonoteca que a partir de enero ya no serán recontratados explicaron que “más allá de la pérdida de nuestra fuente de trabajo, la situación es grave por el proyecto en sí que representa este recinto, pues aquí se resguardan acervos que tienen que llevar un proceso de preservación continuo y cada día que pasa esa labor está en riesgo, pues hay gastos urgentes que no se han hecho, como la compra de dispositivos de almacenaje digital, ya que la capacidad de las memorias que se tienen para guardar están legando a su límite, se necesitan nuevos equipos, estamos hablando de aparatos caros que hay que traer”.
En respuesta, la SC señaló en un comunicado que “es falsa la información que circula sobre el riesgo que corre la Fonoteca Nacional. Afirmamos que se garantiza el cumplimiento de las actividades sustantivas de la Casa de los Sonidos de México, como son salvaguardar el patrimonio sonoro del país, a través de mecanismos para la recopilación, conservación, preservación, acceso y conocimiento del acervo, así como fomentar una cultura de escucha.
“Para ello, cuenta con un presupuesto asignado de 8 millones 161 mil 35 pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2021. La contingencia sanitaria por Covid-19, así como la difícil situación económica que aqueja no sólo al sector cultural, sino al país y al mundo entero, lleva a realizar un ejercicio presupuestal bajo los principios de austeridad, responsabilidad y transparencia en el gasto.”
El boletín no menciona la situación laboral del personal contratado bajo el esquema del Capítulo 3000 y sólo añade que “se diseña un plan de trabajo que permita ajustar el presupuesto operativo y orientarlo para garantizar en todo momento las actividades sustantivas de la Fonoteca Nacional”.
Respecto al presupuesto que se tuvo en 2020, de acuerdo con lo establecido en el Diario Oficial de la Federación, esa instancia tendrá el próximo año una reducción de 18.2 por ciento. Sin embargo, la semana pasada, los directores de área informaron a su personal “que ya no había presupuesto para recontratarnos, que el recorte a la institución era de 75 por ciento; por lo tanto, ya no se renovarían contratos y que incluso los que se quedaban iban a ver mermados sus ingresos a partir de enero. Cada director de área se comunicó con sus equipos, algunos por teléfono, otros por Zoom”, detalló un empleado del área de investigación que pidió omitir su nombre.
El director de la Fonoteca, Pavel Granados, confirmó que dio instrucciones a los directores de área para que transmitieran la situación a los trabajadores, y matizó: “no se puede hablar de un recorte, es una adecuación. Ahorita tenemos que ajustarnos a los 8 millones, yo estoy haciendo planes de 10 millones, que tampoco es lo óptimo. Tendría que ser más para que pudieran entrar todos los compañeros de Capítulo 3000, pero ahorita tengo que adaptarme a ese presupuesto.
“Tenemos que planear, pero en estas circunstancias es muy difícil. En enero no vamos a regresar, las cifras de contagio (por la pandemia de Covid-19) están peor que a principios de 2020. Naturalmente, no vamos a hacer actos presenciales, y tendremos que valorar si seguiremos con las citas para consultar el acervo; además, no sabemos si las personas tienen las condiciones para venir a trabajar a la Fonoteca; entonces, no sabemos si va a seguir funcionando a su capacidad; en consecuencia, tenemos que planear, pero no tengo información de cómo va a ir progresando el año.”
Granados puntualizó que, precisamente, esa planeación es para que continúen trabajando “las personas que se encargan de la conservación de los acervos, las que están en la bóveda, las que trabajan en catalogación y digitalización, son las que estarían aquí. Estamos haciendo esos planes para continuar operando en el futuro.
“No sólo conozco el trabajo de mis compañeros, sino que lo respeto, he aprendido de todos ellos. Me consta el cariño que le tienen a la Fonoteca y entiendo su situación”, concluyó el funcionario.