Wilmington. El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, criticó ayer al gobierno de Donald Trump por el ritmo de distribución de las vacunas contra el Covid-19 y afirmó que se está quedando rezagado. A como vamos, “tomará años, no meses, vacunar al pueblo estadunidense”, comentó el demócrata, quien prometió acelerar de cinco a seis veces el proceso, con la meta de inocular a un millón de personas al día.
No obstante, Biden reconoció que “pasarán meses para que esté vacunada la mayoría de los estadunidenses”. El futuro mandatario acusó también a la actual administración de entorpecer la transición de gobierno.
El demócrata, quien asumirá la presidencia el 20 de enero, indicó que ha ordenado a su equipo preparar una campaña “mucho más agresiva para enderezar el rumbo.Moveré cielo y tierra para que empecemos a andar en la dirección correcta”, señaló.
Biden criticó a Trump porque hasta ahora han sido vacunadas 2.1 millones de personas y no 20 millones como había prometido el mandatario saliente para el final de 2020.
Desde el pasado lunes, el presidente electo denunció que el gobierno de Trump ha causado un daño enorme al sistema de seguridad nacional debido a “barreras” en la comunicación entre funcionarios de agencias y su equipo de transición, que podrían socavar la seguridad de la ciudadanía.
El presidente electo aseveró que su equipo ha enfrentado “obstrucción” de parte del “liderazgo político” en el Departamento de Defensa y la Oficina de Administración y Presupuesto en su intento por reunir la información necesaria para continuar con la transición.
“Simplemente no estamos recibiendo toda la información que necesitamos del gobierno saliente en áreas claves de seguridad nacional. En mi opinión, eso es una irresponsabilidad”, criticó Biden.
Advirtió que su equipo necesita “visibilidad total” del proceso presupuestario en el Departamento de Defensa “para evitar cualquier posibilidad de confusión que nuestros adversarios pudieran aprovechar”. Agregó que él y su equipo necesitan “una imagen clara de la posición de nuestras fuerzas en todo el mundo y de nuestras operaciones para disuadir a nuestros enemigos”.
Biden hizo estos comentarios tras recibir información de miembros de sus equipos de seguridad nacional y de defensa.
Aseguró que su equipo encontró que “agencias cruciales para nuestra seguridad sufrieron un daño enorme” durante la presidencia de Trump.
“Muchas de ellas fueron vaciadas de personal, capacidad y moral”, comentó. “Todo esto dificulta a nuestro gobierno proteger al pueblo estadunidense, defender nuestros intereses vitales en un mundo en el que las amenazas evolucionan día con día”.
En tanto, Trump fustigó a los líderes del Partido Republicano para intentar que el Senado acepte su exigencia de distribuir cheques de ayuda por 2 mil dólares para hacer frente a la crisis porovocada por la pandemia del Covid-19, ante la posibilidad de sufrir un humillante bloqueo al veto que ejerció para derribar el presupuesto de Defensa.
En una serie de tuits sobre su derrota electoral ante Biden y una posible votación para anular su veto, Trump atacó a los “débiles y cansados” líderes republicanos. “Necesitamos un nuevo y enérgico liderazgo republicano”, tuiteó Trump, y reiteró que su derrota en los comicios del 3 de noviembre se debió a un “fraude”.
“Los débiles y cansados ‘líderes’ republicanos van a permitir que la pésima Ley de Defensa pase”, indicó el magnate desde su balnerario de Mar-a-Lago, en Florida.
“Es un vergonzoso acto de cobardía y de total sumisión de gente débil ante la industria tecnológica”, afirmó Trump, que había vetado la normativa porque –entre otras cosas– no deroga una sección que da protección de responsabilidad a las empresas de Internet por contenido publicado por terceros.
El mandatario instó a los líderes republicanos a “negociar una ley mejor” y además los criticó por no apoyarlo en sus afirmaciones –sin fundamento– de que hubo fraude en las elecciones presidenciales.
“Necesitamos un nuevo y enérgico liderazgo republicano”, escribió en Twitter, en referencia a los dirigentes de su partido. Tras calificarlos de “patéticos”, el magnate aseguró que muchos de ellos se han olvidado de que fue él quien los ayudó a ser electos.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, obvió las críticas y programó para este miércoles una votación sobre el bloqueo al veto del presidente, pero un proceso de objeción que introdujo el senador Bernie Sanders podría retrasar el proceso hasta el viernes.
Sanders y otros demócratas quieren que se vote también la enmienda para aumentar de 600 a 2 mil dólares la ayuda que recibirán los estadunidenses que enfrentan dificultades por la pandemia, medida apoyada por la Cámara de Representantes y por Trump. Pero McConnell bloqueó la maniobra.
El pasado lunes, la Cámara de Representantes –controlada por los demócratas– anuló con 322 votos a favor y 87 en contra el veto que Trump impuso a la ley de presupuesto de Defensa por 740 mil 500 millones de dólares, con 109 votos de republicanos que rompieron filas.
En el Senado, la iniciativa necesita un apoyo de dos tercios para ser aprobada y así anular el veto.
Por otra parte, el abogado personal de Trump, Rudolph Giuliani, anunció ayer que recurrirá a la Suprema Corte para que se invaliden los resultados electorales del estado de Wisconsin, con el argumento de que hubo fraude.