Ciudad de México. La crisis sanitaria desencadenada por el Covid-19 ha obligado al sector cultural a repensar y replantear su labor, así como a crear nuevos protocolos de seguridad y medidas preventivas, tanto para sus trabajadores como para sus públicos.
La avalancha de cierres temporales de museos, galerías y espacios culturales con motivo de la contingencia de salud provocada por el coronavirus sacudió al mundo de las artes visuales a partir de la tercera semana de marzo, lo que generó un estado de zozobra e incertidumbre en sus actores.
La cuarentena significó posponer aperturas de exposiciones y la cancelación o reorientación de proyectos. Por ejemplo, la inauguración de la exhibición El París de Modigliani y sus contemporáneos, en el Museo del Palacio de Bellas Artes, prevista para marzo, se pospuso hasta el 8 de septiembre al reabrirse el recinto después de permanecer cerrado por casi seis meses.
El cese de actividades en recintos culturales también representó la caída de ingresos y en muchos casos desempleo.
La situación, en un primer momento planteada de corto plazo, se prolongó a la vez que empezó a causar estragos no sólo entre los artistas, sino en la infraestructura cultural.
Las primeras “víctimas” de la pandemia en la Ciudad de México fueron Parque Galería, que anunció su desaparición el 24 de marzo, y el Foto Museo de Cuatro Caminos, proyecto de la Fundación Pedro Meyer, que además padecía la inseguridad de la zona.
A causa del Covid-19 falleció el pintor y escultor Manuel Felguérez el 8 de mayo a los 91 años.
Después de un compás de espera que duró semanas, el sector privado, ante la pasividad del sector público, empezó a movilizarse. Plataforma 2020 se dio a conocer el 12 de mayo en un comunicado conjunto firmado por Arróniz Arte Contemporáneo y las galerías de Arte Mexicano, Enrique Guerrero, Hilario Galguera, Karen Huber, Le Laboratoire, Patricia Conde, Licenciado y Proyecto Paralelo.
Las nueve galerías, en estrecha colaboración con los artistas que representan, unieron esfuerzos para crear una plataforma virtual comercial en la que cada una presentó y puso a la venta 10 obras de arte de su elección cada 15 días. La iniciativa finalizó el 21 de junio; sin embargo, desde hace un año, ante la contracción significativa de su mercado, las galerías decidieron organizarse. La entidad Galerías de Arte Mexicanas Asociadas ya se concretó y se dará a conocer en breve.
Campañas sociales
En los primeros meses de la pandemia hubo otros esfuerzos de apoyo a los artistas en la forma de subastas y talleres vía Zoom. También se apeló a la solidaridad de los artistas en la lucha contra el virus. Fotos Por México fue una campaña de recaudación de fondos para apoyar al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en la atención de pacientes con Covid-19.
Círculo A, plataforma de difusión cultural en línea, creó el proyecto Vital, iniciativa dedicada a impulsar la práctica del coleccionismo de arte, sin olvidarse de apoyar causas en beneficio de comunidades afectadas por la pandemia.
Hubo artistas que desarrollaron propuestas para apoyar a los sectores más vulnerables. Carlos Amorales creó una iniciativa que consistía en la producción semanal de 3 mil 500 cubrebocas reutilizables a cargo de cinco pequeños talleres familiares de costura, para su distribución entre distintos gremios de trabajadores en el espacio público.
Las iniciativas particulares buscaron una manera de seguir adelante. La joven Feria de Arte Independiente, organizada por Casa Equis, en vez de efectuarse en un solo lugar, optó por realizar visitas a talleres de artistas con sus respectivas exposiciones, además de tener la venta de obras en línea.
Respecto del futuro de los museos, el teórico Cuauhtémoc Medina expresó en una jornada especial: “Por todos lados se hace una autopsia por adelantado. Se habla del museo lleno de visitantes y turistas, la exhibición, el intercambio de objetos a través de océanos y continentes, la promiscuidad de ojos, lenguas y cuerpos en exposiciones cada vez más costosas; todo eso se habrá de abandonar por un modelo modesto, local y ajustado a la experiencia” (La Jornada, 16/5/20).
A finales de noviembre, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila (PAN), ante el recorte de recursos federales a los estados, decidió dejar sin futuro a sus instituciones culturales, entre ellas el Museo Fernando García Ponce-Macay, de Mérida, que se encuentra al borde del cierre definitivo por la falta de fondos.
El arte, ya sea pintura, escultura, grabado, fotografía o las instalaciones de multimedia, permanecerá más allá de la pandemia. Cambiarán, en cambio, las maneras de exhibición y promoción. Eso, sin perder de vista que ni una buena imagen en un libro, ni la alta tecnología de un sitio web podrán sustituir la experiencia de ver una obra de frente.