Beirut. Un incendio provocado por jóvenes libaneses en un campo de refugiados sirios cerca de la ciudad de Al Miniyé provocó cuatro heridos y más de 100 tiendas de campaña quemadas, y obligó a más de 300 refugiados sirios a huir, informaron ayer autoridades libanesas y de la Organización de Naciones Unidas.
Las llamas estallaron la noche del sábado y ardieron por cuatro horas, devorando tiendas de campaña mientras los bomberos trataban de sofocarlas, informó la defensa civil libanesa.
El incendio del campamento provocó además la explosión de varios tanques de gas que proporcionaban calor y lumbre a los residentes, según el diario Annahar, en una deflagración de tal magnitud que los bomberos necesitaron cuatro horas para controlar las llamas, según la Defensa Civil libanesa.
El fuego tuvo como causa una pelea entre una familia libanesa y sirios que vivían en el campamento ubicado en el norte del Líbano, reportó la prensa local.
El ejército libanés informó el domingo que realizó allanamientos en los que detuvo a dos libaneses y a seis sirios.
Los libaneses, según el comunicado, dispararon al aire y prendieron fuego a las carpas. Los soldados, además, confiscaron armas, informó el comunicado, y agregó que habría más arrestos.
Khaled Kabbara, portavoz de la agencia de refugiados de la ONU en el norte del Líbano, afirmó que unas 375 personas vivían en el campamento improvisado, del cual sólo quedaron cenizas.
Kabbara indicó que cuatro personas fueron hospitalizadas con heridas leves y algunos sobrevivientes regresaron el domingo para tratar de salvar sus pertenencias.
La mayoría de los refugiados fueron a otros campamentos improvisados y miembros de la comunidad ofrecieron a algunos albergue temporal, apuntó Kabbara.
Los altercados entre los habitantes del campamento suelen tener “consecuencias catastróficas”, aseguró Kabbara.
El principal clérigo sunita del país, el mufti Abdelatif Derian, calificó el incidente de “crimen aberrante” y pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.
“Los refugiados son nuestros invitados y tenemos que ayudarles hasta que regresen a casa”, añadió el clérigo sobre un país que acoge a millones de refugiados sirios, un millón de los cuales han huido de la guerra que comenzó en su país hace una década.
Las tensiones entre libaneses y refugiados sirios son comunes en el Líbano, donde más de un millón de refugiados viven en medio de una población total de 5 millones de habitantes, agotando los escasos recursos del país.